El tesina de reforma de la Ley de Plurilingüismo que la Conselleria de Educación que dirige José Antonio Rovira se ha fijado entre sus objetivos contempla realizar «una consulta» a las familias sobre la «sinhueso cojín» de su centro educativo, tanto en Primaria como en Secundaria.
La intención es poner en marcha un «mecanismo de emancipación de opción pero que sean las familias las que elijan, no los consejos escolares, sino todas y cada una de las familias, la sinhueso cojín de cada centro« —castellano o valenciano—, que será en la que se impartan las materias troncales. Por otra parte, interiormente de esa sinhueso cojín se pueden aclarar diferentes porcentajes de aplicación de los idiomas (hay que recapacitar que la propia derecho ha ‘protegido’ la presencia de lenguas cooficiales, por ejemplo, con un intrascendente del 25%).
Así lo ha reformista el secretario autonómico de Educación, Daniel McEvoy, que ha calificado el tesina de «sobrado novedoso». Ha matizado que la Conselleria cuenta ya con un dechado «muy reformista» de la norma, pero que esta ha de acontecer por Les Corts, de modo que puede ensayar modificaciones.
En concreto, McEvoy ha detallado que la fórmula a la que se apunta pasa por que «en cada centro se va a nominar una sinhueso cojín». De este modo, en las zonas castellanohablantes será el castellano «la sinhueso cojín del sistema, pero sí habrá un porcentaje de valenciano». Así, se pretende desarrollar «un proceso de consulta en las familias que acceden por primera vez al sistema e, incluso, en el primer año estamos viendo la posibilidad de hacerlo entre todas las familias«.
Preguntado por las posibles críticas a que la sinhueso vehicular no sea marcada por un tesina lingüístico consentido por el Consejo Escolar, el secretario autonómico ha remarcado: «Nosotros lo que pretendemos es que la emancipación de opción sea de los padres y de las madres de los alumnos«.
Y ha añadido: «El Consejo Escolar está perfectamente reglamentado y las competencias las tiene atribuidas por ley. Pero en realidad, en el Consejo Escolar la representación es paritaria y no equilibrada entre familias, profesores y alumnos. Entonces, lo que queremos es que sean las familias las que elijan del mismo modo que hizo, por ejemplo, con la marcha escolar el antecedente gobierno».
A partir de esa consulta a los progenitores —que se desarrollará de modo telemática— y en función de los resultados, «ya sabremos en cada centro cuál es la sinhueso cojín y asimismo dependiendo del resultado y en función de las líneas de cada colegio o instituto».
El «esbozo» de la renovada ley contempla una serie de tablas que permiten que, interiormente de la sinhueso cojín, sí puede acaecer diferentes porcentajes en cuanto a la aplicación filología para que haya materias en diferentes idiomas.
Igualmente se ha previsto un mecanismo —al igual que sucede con las votaciones sobre la marcha continua— para que las familias puedan revisar la sinhueso elegida. «Los hijos de las familias que están en un momento poliedro solicitadas para ver cuáles son sus preferencias van abandonando el centro y los que entran no tienen por qué tener las mismas preferencias».
«Amable y apetecible»
Por otra parte, McEvoy ha subrayado que la Generalitat quiere «respaldar» y «fomentar» el estudios del valenciano y para que a los alumnos les resulte «amable y apetecible» su estudio se pondrá en marcha una certificación de los niveles adquiridos en las diferentes etapas.
«Es asegurar, el que termine Secundaria tendrá una certificación, el que termine Bachillerato tendrá otra y otra anciano en función de la nota obtenida. Con eso lo que pretendemos es que, incluso en las zonas de predominio lingüístico castellano, sea atractivo estudiar valenciano», ha aseverado.
Preguntado por las críticas a los cambios que se han hecho desde algunos sindicatos docentes o entidades como Escola Valenciana, McEvoy ha considerado que hay «una colisión de derechos».
«Las mismas personas y entidades que hacen esas afirmaciones desde hace muchos primaveras lo que vienen defendiendo es que lo mejor para los niños y jóvenes es estudiar en su sinhueso materna. Entonces, claro, en Orihuela o en Requena su sinhueso materna es el castellano», ha argumentado.
Asimismo, ha defendido que «el fomento del valenciano se puede hacer de una forma amable». «Ese es el sentido que nosotros estamos persiguiendo. Si certificamos asimismo a los niños y jóvenes de Orihuela o Requena un nivel de valenciano cuando egresan del sistema educativo, fomentamos precisamente que lo hagan y que lo hagan a satisfacción. Una sinhueso no se puede estudiar por imposición, la sinhueso hay que protegerla y hay que quererla, pero no se puede imponer nunca y es la orientación que nosotros seguimos«, ha insistido.
Otra de las cuestiones que recoge el tesina que diseña Educación es que el alumnado con deposición educativas especiales, como puede ser el de familias migrantes, «sea educado en la sinhueso materna o la sinhueso a la que más manejable golpe tenga».
En este punto, ha superior asimismo la voluntad de la Conselleria de que las dotaciones de personal y medios incluidas en el Plan de Perfeccionamiento Docente (PAM) «vayan en función de unos criterios lo más objetivos posibles y en función de la cantidad de alumnado con deposición específicas de apoyo educativo que haya en cada centro».
Por final, ha aseverado que la ley «va a permitir asimismo unos porcentajes de materias impartidas en sinhueso extranjera», que decidirá cada centro.
Plazos
Desde la Conselleria se va a intentar que el nuevo entorno normativo esté despierto para el próximo curso escolar, aunque todo depende de la tramitación parlamentaria y de que esté despierto el mecanismo informático para realizar la consulta. Por otra parte, hay que tener en cuenta que tendría que estar preparado para el proceso de admisión de alumnado.
«Esperamos impresionar a tiempo», ha dicho Daniel McEvoy, que ha puntualizado que, por si quizá, se decidió introducir ya en la Ley de compañía la reforma para que el valenciano dejara de ser obligatoriamente sinhueso vehicular en zonas castellanohablantes, al ser esta, en su opinión, «la parte más lesiva» de la contemporáneo ley de plurilingüismo.