Más de 200 kilómetros de tuberías se abrirán paso de aquí a diez primaveras bajo las calles de Valladolid para dar forma a la que será la red de calor más alto de España y que alcanzará al conjunto de la ciudad. Asociación de Castilla y Audaz y Cabildo trabajan en el diseño de las futuras fases para canalizar esa energía térmica y que procure calefacción y agua caliente a hasta 60.000 hogares.
Los planes que están sobre la mesa apuntan a tres nuevas fases que se empezarán a ejecutar a finales de 2024 o principios de 2025 y que supondrán una ampliación del entramado subterráneo para explayarse sobre las zonas sur, este, boreal y centro de la hacienda del Pisuerga y así alcanzar una red de calor «integral» alimentada con biomasa en una ciudad en la que, como en el resto de país, imperan las calderas de gas. Se prevé una inversión que superará los 200 millones de euros, han innovador este miércoles el corregidor de la ciudad, Jesús Julio Carnero, y el guía de Medio Hábitat, Vivienda y Distribución el Zona, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tras firmar el protocolo de colaboración..
Las ramificaciones supondrán multiplicar por cinco las viviendas y por dos los edificios terciarios conectados a este sistema respecto a los que ya están proyectados u operativos y requerirán de tres nuevas centrales. Desde ellas partirán las tuberías bajo tierra hasta los distintos inmuebles, donde con este sistema no requerirán de calderas propias sino de una suerte de intercambiador cuya función es desacoplar hidráulicamente la red de calor y el circuito interno de cada edificio y transferir la energía térmica del sistema.
En concreto, la coetáneo red está a pleno rendimiento en la zona de la Universidad (con cobertura a universidad, Hospital Clínico, piscinas) y Huerta del Rey (cinco edificios y mil viviendas) y se están ultimando las obras del sector oeste (llegará a 67 inmuebles y 10.200 viviendas). Esta tercera etapa que está en ejecución alcanza a tres barrios. En Huerta del Rey las obras han finalizado a excepción de remates. Ya hay mil viviendas que han solicitado el enganche y se comenzará la extensión en el segundo trimestre de 2024. En Villa del Prado y Parquesol continúan las obras. Se prórroga que en las dos primeras zonas cuenten con la red de calor ya para el próximo invierno y en el postrero tenga que esperar un año más.
En paralelo comenzarán los trabajos para enganchar a 48.000 nuevas viviendas y un centenar más de edificios públicos que se contemplan en la ampliación anunciada hoy y que requerirá de 153 kilómetros de tuberías para dar continuidad a una red que con los distritos en activo o en construcción ya se extiende por 44,5.
La cuarta etapa que se ejecutará será la de la zona sur de la ciudad que, por 70 millones de euros, se extenderá por La Rubia, Covaresa, Arturo Eyries y Paseo Zorrilla. Se prórroga que sin mucha más atraso, se está a la prórroga de cerrar la parcela que acogerá la central de procreación, comience bajo desembolso de ochenta millones la del dominio Este, que llegará a Santos Pilarica, Delicias, Pajarillos y Circular. Por postrero, será el turno de la última zona, que incluirá La Trofeo, Rondilla, Isabel la Católica y el centro, con un presupuesto de más de sesenta millones.
Las obras generarán 300 puestos de trabajo y después serán necesario 50 empleados de mantenimiento de las instalaciones. Desde ellas partirán las tuberías bajo tierra hasta los distintos edificios, donde con este sistema no requerirán de calderas propias sino de una suerte de intercambiador cuya función es desacoplar hidráulicamente la red de calor y el circuito interno de cada edificio y transferir a cada inmueble conectado la energía térmica del sistema.
La fuente de energía será biomasa forestal, un memorial no deslocalizable que permite cortar la dependencia de otros combustibles como el gas o gasóleo, adicionalmente de contribuir a asentar población en el medio rural. Las astillas que requiere al año la red de Valladolid garantizan 190 empleos. En diez primaveras la red de calor de Valladolid consumirá ya en su extensión 240.000 toneladas al año de biomasa con un sistema que permitirá tapiar cientos de chimeneas y evitará la retransmisión de 165.000 toneladas de C02 al año.
Asimismo, se contempla desarrollar en un futuro proyectos energéticos complementarios tales como una planta de biogás en el entorno del Centro de Tratamiento de Residuos de la Ciudad.