Una de las víctimas de Pipeline ha sido el surfista peruano Joaquín Del Castillo, quien se fracturó la cadera a posteriori de que el hocico de una ola de Backdoor le cayera encima. El rebelión fue muy violento y el surfista necesitó de ayuda para salir del agua al tener fracturada la cadera. El servicio de socorrista de la North Shore estuvo una vez más impecable para sacar del agua al surfista.
El báratro no había hecho nulo más que despuntar para él. Tuvo que ser operado de emergencia en Hawái y ahora, al no tener un seguro médico internacional, debe cerca de 100.000 euros.
“Ayudemos a @joaquindlcastillo a pasar este desafío. Tras fracturarse la cadera en Hawai, hemos iniciado una campaña en GoFundMe para percibir el apoyo de amigos y familiares en todo el mundo. Tu contribución hará posible que Joaquín reciba el tratamiento y el cuidado que necesita. ¡Comparte este mensaje y únete a nosotros en esta causa solidaria! 🙏🏾⚡️🌊 #todosunidosporjoaquin”, apunta el incluso surfista Sebastian Gomez Del Castillo en su cuenta de Instagram.
Al ganancia del surfista peruano, otro de los surfistas que sufrió en sus carnes la violencia de Pipeline fue el hawaiano Koa Rothman, quien realizó un drop tardío y su de morros contra la muro de agua de la ola.
Por suerte, lo de Rtohman no pasó de un susto, como él mismo confirmó en sus redes sociales. “Solo quería informar a todos que estoy muy correctamente. ¡Gracias por todo el coito y apoyo! Y muchas gracias a @casualluke (y no estoy muy seguro de la otra persona en el jetski) y a @northshorelifeguardassociation por salvarnos a mí y a todos los que estuvieron involucrados”, escribe el surfista hawaiano en su cuenta de Instagram.