El método no era novedoso, de hecho ha vivido un auge en los últimos tiempos, pero si poco diferenciaba a este sujeto era la violencia con la que actuaba. Hasta que la Policía Doméstico le ha hexaedro caza, conveniente, principalmente, a su desacierto en el uso de las herramientas ‘criminales’ que utilizaba. Los agentes han detenido a un macho que se hacía tener lugar por policía para amenazar a grupos de jóvenes en el distrito de Arganzuela, según informó ayer la Dominio Superior de la Policía de Madrid en un comunicado.
El ‘modus operandi’ era todo un clásico entre los delincuentes que optan por esta modalidad: exhibiendo una pistola, unos argolla y una placa emblema este individuo se acercaba a sus víctimas y les exigía pequeñas cantidades de billete bajo la amenaza de tomar medidas legales contra ellos.
Pero su poca pericia en las distancias cortas, en el cuerpo a cuerpo, le jugaron una mala pasada. El pasado domingo, tras perder el armas de fuego en un forcejeo, este fingido policía trató de atacar con un cuchillo a un mozo, huyendo del lado en un turismo a gran velocidad y en sentido contrario por una vía muy transitada, alarmando a numerosos ciudadanos.
Huida frustrada
Entonces comenzó una persecución, que no duró mucho tiempo. Su huida fue frustrada por agentes de la Policía Doméstico, que interpusieron su transporte en su trayectoria y procedieron a su detención como supuesto autor de los delitos de usurpación de funciones públicas, amenazas graves y contra la seguridad del tráfico. Entre sus pertenencias intervinieron un armas de fuego, la placa emblema, los argolla, un lanzadestellos, un cinturón táctico y un pasamontañas.
Lamentablemente, no es un hecho arrinconado en los últimos meses adentro de la Comunidad de Madrid. El pasado verano, un hombre de 36 primaveras, con reseñas previas por robos con violencia y contra el patrimonio, fue arrestado por tratar de dar varios ‘palos’ a jóvenes que iban en patinete. Para ello, no dudaba en exhibir una pistola al cinto y dotar así de más verdad a la decorado; las víctimas, en cambio, eran jóvenes a los que poder engatusar con la amenaza de activo cometido un delito. La Policía constató que había perpetrado seis robos entre julio y agosto en los distritos de Puente de Vallecas y Retiro.
Por otro costado, la Policía Doméstico está investigando si el oneroso apuñalamiento de un pequeño castellano 18 primaveras en otro punto del mismo distrito de Arganzuela está relacionado con las bandas latinas violentas. Los hechos tuvieron lado sobre las 22.30 horas del pasado martes en la calle de Miguel Arredondo, cerca de Legazpi.
Un orden de jóvenes encapuchados se dirigió a un mozo que pasaba por esa calle y sin mediar palabra le asestó numerosas puñaladas por la vanguardia, estómago, tórax y espalda. Presentaba además heridas defensivas en las manos y el dedo meñique de la mano izquierda parcialmente seccionado.
Hasta el enclave acudieron rápidamente los sanitarios del Samur-Protección Civil, que procedieron a la estabilización hemodinámica del paciente y le trasladaron en estado muy oneroso al Hospital 12 de Octubre, indicó un portavoz de Emergencias Madrid. Señalaron que «las puñaladas podrían haberle afectado a algún víscera», siendo un ataque de extrema compostura, por lo que podría temerse por su vida.
La Batallones de Información de la Policía Doméstico de Madrid, encargada de las reyertas entre este tipo de bandas, está investigando lo sucedido. Aunque no se descarta otra hipótesis, las características del ataque, la yerro de otra motivación como el robo y el uso de machetes apuntan a esta sospecha.