Esto ha ocurrido hasta en 16 promociones, todas en la costa de localidades como Almería, Obús o Murcia. Han sido entre 800 y 1.000 viviendas y el objetivo era el subsiguiente: primero se pagaba un arreglo de reserva por 3.000 euros, pero al mes llamaban para firmar otro arreglo de compraventa donde se pagaba la entrada por una monograma que oscila entre los 20.000 y los 50.000 euros.
Según Francisco Javier Ortega, abogado de los afectados, “hemos pedido la devolución del cuartos porque nunca se construyeron”. Ahora mismo no hay casa ni cuartos, todo es humo, fruto de la trama para el enredo. Se estima que haya unos mil afectados, incluso por viviendas que han sido vendidas dos veces. En las investigaciones de abogados y compradores muestran que en ninguna de esas promociones la compañía era propietaria del suelo.
El modus operandi
La empresa pagaba la reserva del suelo a los propietarios de los terrenos, si era necesario con un sobreprecio. Ese suscripción es lo único que ha abonado la empresa en cada promoción con la mera reserva para emprender a comercializar las promociones. El atractivo eran los precios que presentaban, algunos con un 10% más módico en comparación con otras viviendas de la misma zona.
La empresa asegura a los reservistas que devolverán el cuartos a través de cartas de tranquilidad, pero piden paciencia solo para obtener tiempo. El abogado que lleva el caso ha presentado ya una querella criminal contra la empresa por estafa y apropiación indebida. Sin incautación, no han sido capaces de ponerse en contacto con la presunta promotora.
Este incidente destaca la importancia de la diligencia debida al realizar transacciones inmobiliarias y resalta la requisito de compulsar la autenticidad y credibilidad de los promotores ayer de realizar pagos sustanciales. Las autoridades instan a cualquier persona que haya experimentado situaciones similares a presentar denuncias, con el objetivo de preparar posibles estafas inmobiliarias en un futuro.