El sector taza termina un año de luces y sombras, en la Comunidad Valenciana y en el conjunto del Estado. La pandemia del 2020 evidenció las carencias del Sistema Franquista de Lozanía y las desigualdades y errata de coordinación entre la distribución central y las autonómicas. Y las promesas de mejoría, como las muestras de apoyo social, vuelven a reposar en el olvido tres abriles posteriormente.
Sin aplausos ni caceroladas, los colegios profesionales, asociaciones y sindicatos del sector taza han vuelto a demostrar en 2023 su compromiso con la sociedad, con un sinfín de encuentros, congresos e iniciativas propias, como el Nuevo Código de Deontología presentado en Madrid por el Consejo Normal de Colegios de Médicos de España.
En Valencia, y con el apoyo de prácticamente todo el sector de la Comunitat, la Asociación de Derecho Taza que me honro en presidir reunió a más de 700 profesionales, académicos y estudiantes de distintas especialidades sanitarias en su VI Congreso de Derecho Taza de la Comunidad Valenciana.
Durante dos días, el entrevista sirvió para analizar y luchar asuntos de interés socio-sanitario como la lucha contra el cáncer, la incidencia de la inteligencia sintético en la Medicina, el éxodo de profesionales sanitarios al extranjero, la nueva Ley de Medidas de Eficiencia Procesal, o el huella del Intrusismo y la Publicidad Engañosa, como pueden comprobar en la Memoria del Conclusiones apto en nuestro portal web adscv.com
El eje principal de nuestro sexto congreso, como parece empieza a serlo en debates de ámbito doméstico, fue elaborar una propuesta de Pacto Taza acordada con las asociaciones y colegios profesionales mayoritarios de la Comunidad. Y por primera vez en la historia, los Consejos de Colegios Profesionales de Médicos, Dispensario y Farmacéuticos de la Comunitat, así como los Colegios Profesionales de Psicología, Podología, Fisioterapeutas, Ópticos Optometristas, Dietistas-Nutricionistas, Terapeutas Ocupacionales, y Técnicos Superiores Sanitarios, por otra parte de la Sociedad Valenciana de Medicina Corriente, el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana, y la ADSCV, firmamos un documento que entregamos al Conseller de Sanitat y al mismo President de la Generalitat Valenciana.
Tanto Marciano Gómez como Carlos Mazón apoyaron públicamente la iniciativa y se comprometieron a ponerla en marcha con las lógicas aportaciones de la distribución que, en palabras del propio conseller, buscarían contener no solo a los agentes del ámbito taza, sino además al ámbito educativo y sociosanitario, para poder contestar a las deposición actuales de la población, hacer un uso valioso de los bienes sociosanitarios, y situar al paciente en el centro de todas las políticas.
El sector taza despide 2023 y se asoma al nuevo año con esa esperanza; que 2024 sea, por fin, el Año del Pacto Taza.
Carlos Fornes es presidente de la Asociación de Derecho Taza de la Comunidad Valenciana (ADSCV)