Los hechos ocurrieron el miércoles a las 9 de la mañana cuando el pequeño, de 17 primaveras, fue trasladado al hospital Vall Hebrón. Estaba interno en el centro de menores de Can Llupiá, en Barcelona, y había conseguido que el médico del centro autorizara su traslado al hospital para una encuentro médica concreta. El adolescente salió del reformatorio custodiado por los Mossos de Escuadra. Cinco minutos en transporte separan uno y otro centros. Cuando llegaron al hospital, el muchacho consiguió enloquecer de los agentes a pesar de que estaba esposado. A empujones con la masa logró escapar luego de ser perseguido sin éxito.
La policía montó un dispositivo de búsqueda en el cual se encontraron por la zona de la Foixarda las esposas que probablemente sean las que llevaba el pequeño. En estos momentos equipos de investigación están interrogando familiares, amigos y masa cercana que pueda dar pistas del paradero del fugado. A su vez se está examinando igualmente qué ha podido patinar en el protocolo de traslado.
El adolescente es conocido por su círculo por ser un muchacho problemático, de hecho es la segunda vez que ha estado ingresado en un centro de menores.