Agentes de la Policía Doméstico, en una operación conjunta con los Mossos d’Esquadra y la Policía Judiciaria portuguesa, coordinada por EUROPOL, han desarticulado un grupo criminal que secuestró en Portugal a un patrón que apareció amordazado en Barcelona.
Según ha señalado la Policía en un comunicado de prensa, han sido detenidas nueve personas, cinco en Torremolinos (Málaga) y cuatro en Alicante, Sucina (Murcia) y Málaga. Seis de ellos están relacionados con el secuestro del patrón que apareció en Barcelona y los otros tres con el intento de secuestro de una empresaria en la entrada portuguesa de Setúbal.
Amordazado a un árbol en Collbató (Barcelona)
La investigación se inició a raíz de que el pasado 24 de agosto, un patrón portugués fue interceptado cuando llegaba a una propiedad inmobiliaria que tenía en traspaso e iba a mostrar a unos posibles compradores, en la zona de Almancil (Portugal). La víctima fue abordada por varios hombres que accedieron a su transporte, lo golpearon y amenazaron con armas de fuego y lo amordazaron.
Los asaltantes se desplazaron con el transporte de la víctima 1.200 kilómetros, en un trayecto que duró unas 20 horas aproximadamente. Primero por diferentes puntos de Portugal, para posteriormente atravesar la frontera española hasta asistir a la entrada de Collbató (Barcelona), donde lo dejaron sucio en una zona boscosa ceñido a un árbol.
Un vecino localizó a la víctima mientras circulaba por la carretera y alertó a la Policía Tópico. Los agentes activaron el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que trasladó al hombre a un centro retrete para comprobar su estado de salubridad. Presentaba varias lesiones por el cuerpo y se encontraba desorientado.
Mientras lo tenían retenido, los secuestradores, mediante violencia y amenazándolo a punta de pistola, obtuvieron las claves bancarias de la víctima y realizaron numerosas transferencias bancarias desde su cuenta corriente a otras ubicadas en Francia y en Lituania. Al final le robaron más de 100.000 euros, a pesar de que habían intentado defraudar más cantidades.
Los secuestradores incluso sustrajeron las tarjetas bancarias de la víctima y el código pin, con lo que efectuaron reintegros en cajeros automáticos y compras de aparatos electrónicos en establecimientos comerciales del centro de Barcelona. Paralelamente, en Portugal, el hijo de la víctima alertó a las autoridades policiales de la desaparición de su padre.
Secuestro frustrado y detención in fraganti en Torremolinos
A partir de la denuncia, y con la situación de la víctima, se inició la investigación. La Policía, un día ayer de padecer a lado las detenciones, constató que los principales investigados se habían desplazado de modo inesperada a Portugal para padecer a lado otro secuestro en la entrada de Setúbal.
El día 11 de diciembre, una empresaria portuguesa estacionó el transporte frente a su casa en Setúbal. Sin asistir a lograr al domicilio, recordó que tenía que hacer otra mandato y volvió a espaldas. En aquel momento apareció otro coche con tres personas que se cruzó frente a su transporte y le impidieron huir.
Dos de las personas que iban a costado de dicho transporte se apearon del mismo y amenazaron a la empresaria con un pertrechos de fuego, la cogieron e intentaron hacerla entrar por la fuerza en el asiento posterior del coche. Alertado por los gritos, su pareja salió y forcejeó con los secuestradores, los cuales finalmente desistieron del secuestro y huyeron con el automóvil de la víctima.
Un sistema de geolocalización, sumado a la denuncia de los hechos frente a las autoridades policiales portuguesas, permitió ubicar a los secuestradores en Torremolinos (Málaga), emplazamiento donde una patrulla de Policía Doméstico detuvo a las cinco personas implicadas en los hechos, dos de las cuales incluso estaban relacionadas con el primer secuestro investigado.
Gracias a la comunicación de las víctimas, los investigadores obtuvieron información sobre cómo estaba conformado el orden responsable del secuestro. Tres personas eran las encargadas de materializar el secuestro, mientras que los otros se encargaban del entramado bancario que recibió y dio salida al hacienda sustraído a la primera víctima localizada en Collbató (Barcelona).