Ambos no se reúnen desde octubre de 2022 cuando se rompió el pacto para la renovación del CGPJ
Cuando Alberto Nez Feijo fue elegido presidente del PP a principios de abril de 2022, en la moncloa y en el PSOE creían que, quizás, sería posible un mínimo entendimiento con los populares, una mayor comunicación e interacción, tras una etapa con pablo casado donde la relación estuvo marcada por el enfrentamiento permanente. Sin embargo, más de un año después, hay un hecho paradójico: los socialistas acordaron con Casado renovar RTVE y entre Feijó y sánchez sólo han conseguido ir de la mano para reformar la polémica ley del sólo sí es sí.
Todo estuvo a punto de cambiar cuando a finales de octubre del año pasado ambos partidos habían prácticamente cerrado el pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC). Pero todo saltó por los aires en una llamada de Madrid (Feijo) a Pretoria (Sánchez) el 27 de octubre de 2022, donde confirmó al líder de la oposición su intención de cambiar los delitos de sedición y malversación en el marco de las conversaciones con los independentistas.
Esas expectativas de una mejor relación pronto se desvanecieron.. Y lo cierto es que la convivencia entre ambos dirigentes ha estado marcada por duros y tensos enfrentamientos, con expresiones duras por ambos bandos. Unas expectativas que no mejoran de cara a la nueva cita entre ambos. Iremos naturalmente a la reunión. Pero no creemos que (Feijo) tenga muchas esperanzas puestas en nuestro voto, ironizan desde el equipo de Sánchez.
Le tiemblan las piernas es un argumento que ambas partes se han lanzado. Los socialistas a señalar que Feijóo carece de autoridad y sucumbe a presiones internas y externas; y los populares lo han utilizado para calificar que el presidente del Gobierno fue incapaz de mantener en orden el Consejo de Ministros y de romper con unos socios que en muchas ocasiones cargaron contra el propio líder del Ejecutivo.
CGPJ. Es una de las grandes espinas por las que sangra la relación entre el PSOE y el PP. Todo iba por buen camino, por buen camino. Parecía que finalmente, después de cuatro años de bloqueo, en octubre de 2022 llegaba el momento del ‘sí’. Pero volvió a ser él el del ‘no’. El CGPJ sigue sin renovarse 1.726 días después. Las discrepancias entre el partido de gobierno y el de la oposición no pueden utilizarse para justificar el incumplimiento de lo que es un mandato constitucional, objeto desde las filas socialistas. El PSOE acusa al PP de blandir la Constitución al tiempo que incumple la Carta Magna; y hablan de traición por negociar con ERC el cambio del Código Penal mientras hablan con ellos de dar pasos para despolitizar la Justicia.
TENSIONES INTERNAS. La difícil convivencia entre el PSOE y Unidas Podemos también ha sido un elemento de fricción entre los dos principales partidos. Mientras Sánchez se esforzaba en blindar la coalición e intentar mantener la unidad y la estabilidad, Feijó llegó a deslizar que el presidente del Gobierno había perdido la dignidad por seguir gobernando con un partido que le tildaba de cobarde, machista, traidor al feminismo y fascista.
Por otro lado, los socialistas consideran que el liderazgo de Feijó está en entredicho, que sus acciones y decisiones están debilitando aún más a un liderazgo afectado. Su liderazgo está siendo cuestionado dentro y fuera de su partido, han dicho en más de una ocasión utilizando, como hicieron con Casado, la figura Isabel Díaz Ayuso para intentar presentarlo como un presidente sin autoridad. Algunos dirigentes del PP se están calentando para lo que pueda pasar, afirmó ayer Pilar AlegraPortavoz del PSOE.
‘SOLO S ES S’. Esta ley ha sido uno de los principales campos de enfrentamiento entre el PSOE y el PP. Las reducciones de penas y la excarcelación de los delincuentes sexuales que se beneficiaron de las normas impulsadas por el Consejo de Ministros provocaron críticas de toda la oposición, con el PP como punta de lanza. Ya vemos hacia dónde conduce una forma de gobernar basada en eslóganes y marketing, afirmó el PP tras votar con el PSOE para reformar las tarifas y aumentar las sanciones. Los socialistas intentaron reducir el pacto a algunas correcciones técnicas, mientras la coalición se disolvía y vivía su mayor crisis legislativa.
ASIGNACIONES A LOS INDEPENDENTISTAS. La alianza de Sánchez con los independentistas para la transición a la gobernabilidad ha sido uno de los leitmotiv de la legislatura. Los populares han acusado al líder socialista de estar dispuesto a todo con tal de gobernar a toda costa. Esta relación alimentó uno de los choques más duros que han protagonizado Sánchez y Feijo en el Senado. Fue a cuenta de que las listas electorales de Bildu incluían a condenados por delitos de sangre. Es un presidente más generoso con los verdugos que con las víctimas, espetó Feijó. Cuando ETA no es nada, para vosotros ETA lo es todo, se opuso Sánchez.
En el PSOE afilan los cuchillos a la espera de las reuniones del PP con ERC y Junts en el marco de su ronda de negociación. Hay mucha hipocresía, dicen los socialistas.
RELACIÓN CON VOX. La relación del PP con el partido de Santiago AbascaEs una de las digestiones que realizan los populares, mientras que para el PSOE representa un flanco de ataque. Sánchez acusa a Feijo y Abascal de querer meter a España en un túnel del tiempo y promover retrocesos y recortes frente al progreso y los derechos.
LISTA MÁS VOTADA. Es un argumento que va y viene y que ambas partes han utilizado a su conveniencia. Ahora lo exige Feijó, que incluso quería que Sánchez firmara un compromiso cara a cara. El PSOE lo ofreció en Castilla la Mancha y el popular lo rechazaron.
PRESIDENCIA EUROPEA. Feijó se queja de que Sánchez no le informa de los principales asuntos de Estado. Que no compartan información con ellos y que no busque pactar.