Galicia y Portugal tejen un ‘puente’ de H2 verde


El hermanamiento que varias zonas de la comunidad gallega mantienen con otras de Portugal viene de décadas antes y no ha dejado de cultivarse. En algunos casos, como el de las localidades de Ferrol y Vila do Conde, una relación así lleva siendo oficial desde hace más de medio siglo; en otros, ese espíritu se manifiesta en forma de proyectos colaborativos que toman área en regiones transfronterizas. Tal es el caso del software de Cooperación Territorial Europea (Interreg), en cuyo ámbito acaba de emanar una iniciativa que se propone articular una esclavitud de valía en torno al hidrógeno (H2) verde en la Eurorregión Galicia-Boreal de Portugal, enfocada en impulsar la movilidad y el transporte industrial sostenibles.

El esquema, presentado este mes en Porriño, lleva el nombre de HI_MOV Corredor Tecnológico Transfronterizo de Movilidad con Hidrógeno Renovable y tendrá un trayecto de 36 meses. Se centra en analizar las posibilidades del hidrógeno verde como vector de desplazamiento, mejorar el posicionamiento tecnológico de las entidades de la Eurorregión en la ‘carrera’ por industrializarse en torno al gas, desarrollar soluciones tecnológicas conjuntas y demostrar la viabilidad del H2 en ese espacio transfronterizo llevando a límite pruebas piloto.

«Claramente estamos en un momento de transición energética», comienza explicando Pablo Fernández Vila, director común de planificación energética y bienes naturales de la Xunta, en conversación con torrevieja news today. «Igualmente en el ámbito del transporte, que es esencial, estamos en plena entrada del transporte eléctrico», pero «lo que asimismo estamos viendo» es que experimenta «ciertas problemáticas para introducirse, sobre todo, en el transporte pesado»; entre otras causas, por el peso adicional que le suponen las baterías. Por eso, precisamente, lo que se quiere es, a través del estudio y la puesta en experiencia en la frontera gallego-lusa, redimensionar los límites que presenta esa fuente de energía cuando se utiliza en el transporte de grandes cargas. Y para ello se tejerá ese ecosistema de H2 a partir del que se configurará un corredor transfronterizo.

El consorcio del esquema lo forman una decena de entidades de Galicia y boreal de Portugal: los Centros Tecnológicos (CTAG, Energylab, PIEP, CEiiA), universidades (UMinho, UPorto, USC), agrupaciones territoriales (AECT-GNP), empresas (Petrotec) y administraciones públicas (INEGA-Xunta de Galicia); con el Centro Tecnológico de Automovilismo de Galicia (CTAG) al frente. «Al combinar universidades, centros tecnológicos, empresas privadas y administraciones públicas se establece un ejemplo de colaboración público-privada muy necesario para seguir avanzando en un proceso de transición», considera Fernández Vilas, que ve «muy importante que las administraciones estén presentes» por la «privación de adoptar un papel de liderazgo y ejemplarizante». Y todo avance que se coseche, considera, servirá para «cazar conocimiento por parte de los investigadores tanto de Galicia como del boreal Portugal», poco «esencial» en «un momento como este».

Coordinación en cuatro áreas

HI_MOV proyecta cuatro áreas de trabajo para desarrollar sus objetivos: un observatorio para analizar el ámbito gallego y modelar el entramado de H2 en el eje Galicia-Boreal de Portugal; el fomento de una red de conocimiento tecnológico que asegure el posicionamiento de las entidades de la Eurorregión; el exposición de soluciones de almacenamiento, distribución y uso en movilidad; y la conducción de pilotos demostrativos que avalen la viabilidad de los sistemas propuestos. «Lo que se pretende es que, desde el momento en que está presente la dependencia, todas las acciones estén en coherencia, delineadas. Todas las administraciones tenemos nuestras estrategias, y el hecho de que se vaya de la mano con una parte privada y con centros tecnológicos y universidades da un carácter muy transversal a este tipo de proyectos», precisa el director de planificación energética, que entiende que «los agentes intervinientes» son «los necesarios para que un esquema de este estilo acabe llegando a buen puerto».

En ese sentido, señala que «el CTAG nació precisamente de un esquema transfronterizo», y aunque «está claro que el objetivo no es desarrollar un centro tecnológico (…), nunca se sabe», porque «a lo mejor se pueden desobstruir otras vías» en este círculo: «Quizás el transporte eléctrico tenga más dificultades en el transporte pesado por el peso de las baterías y a lo mejor explorar esta vía el día de mañana nos permite posicionar a Galicia como un referente en el sector de la automovilismo. Retos va a ocurrir, y lo primero es identificarlos para ver cómo encararlos en delante».

«Estamos en un momento esencial, crítico» para Galicia, insiste Fernández Vilas, que señala en dirección a una larga relación de proyectos derivados del H2 que «ya están a punto no solo de declararse, sino de autorizarse; es aseverar, de entablar a poner en ellos la primera piedra». Lo primordial ahora mismo, indica, es «que todas las administraciones establezcamos unos mecanismos de ayuda realistas, factibles a la hora de optar a ellos».

Esto a la vez, añade, que se sigue avanzando en el ámbito de las energías sostenibles. «Está claro que si generamos H2 utilizando fuentes no renovables el resultado no es hidrógeno verde. Si la electricidad que se suministra a las baterías de coche proviene de combustibles fósiles», pone de ejemplo, la trámite «es incongruente». «Necesitamos seguir invirtiendo en renovables, avanzando en los proyectos energéticos. Porque precisamente de ellos va a necesitar la viabilidad de la política industrial de Galicia».

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