El líder de Sumar impone una propuesta estratégica y una ronda de contactos
El escándalo del beso no consentido que luis rubiales le dio al futbolista campeón del mundo Jenni Hermosa Ha surgido la primera competencia interna entre Sumar y Podemos y ha revelado la capacidad de Yolanda Díaz quitarle la iniciativa a Irene Montero para marcar la agenda política en una cuestión de feminismo y ganar protagonismo en un tema de mucha actualidad.
Esa carrera pintaba muy bien ayer. La plantilla de Podemos, con Montero al frente, confirmó apenas 40 minutos antes del inicio de su presencia en la concentración de apoyo al futbolista, que se celebró en la plaza de Callao de Madrid. De no haber ido, todo ese espacio se lo habría dejado Díaz, quien había anunciado tres horas antes que estaría allí. La convocatoria fue impulsada por la Comisión 8M, el grupo feminista más cercano a Montero y el que más la apoyó en los momentos críticos. Díaz, con su sola presencia, habría llenado ese vacío y habría reforzado la idea de que dentro del espacio de la izquierda alternativa ha habido un cambio de ciclo en el que Sumar es ahora líder.
Tanto Díaz como Montero entraron desde el primer momento en el fondo del caso Rubiales, denunciando que se trataba de un acto de agresión sexual y exigiendo medidas contundentes contra el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Pero a partir de esa coincidencia han seguido estrategias políticas diferenciadas y, lo que es más importante, en las que no ha habido ningún tipo de coordinación.
La ministra de Igualdad ha optado por prodigarse en entrevistas radiofónicas y televisivas para ejercer presión feminista sobre Rubiales. En cambio, Sumar ha acompañado sus pronunciamientos públicos contra el máximo dirigente del fútbol con un despliegue de iniciativas concretas para exigir rendición de cuentas. Cómo presentar dos denuncias o abrir una ronda de contactos, entre otros.
Todo esto también quedó muy bien revelado ayer. Por un lado, Montero realizó dos entrevistas radiofónicas. Por su parte, Díaz tuvo una intervención en televisión y luego inició una ronda de reuniones con distintos sectores del fútbol femenino para profundizar en la crisis. Así, se reunió con el presidente de la Asociación de Futbolistas Profesionales FUTPRO -a la que pertenece Hermoso-, con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y con una delegación de la Liga de Fútbol Femenino.
De estos contactos nació la promesa de Díaz de reforzar el trabajo de la Inspección de Trabajo sobre las condiciones salariales y sobre la situación de la prevención del acoso en el trabajo. Entre otras cuestiones, advierte que un futbolista tiene un salario mínimo de 16.000 euros y que en cambio el de un hombre es de 180.000 euros.
Paralelamente, Sumar anunció ayer dos iniciativas. Por un lado, presentó una segunda denuncia ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) con el objetivo de forzar la disolución de su Junta Directiva liderada por Rubiales por incumplir la ley de paridad. Sólo hay 38 mujeres entre 411 personas, dice Sumar. Al mismo tiempo envié una carta al Ministro de Cultura y Deportes, miquel icetainstarle a desarrollar el paquete de sanciones para quienes violen esa ley.