Exportaciones y empleo de récord en Ourense



La patrimonio ourensana experimentó, en términos generales, un buen 2023. Los diferentes termómetros que se emplean para cronometrar la vitalidad económica positiva dieron buenas noticiero: las exportaciones van camino de grabar un nuevo récord -aún no se conocen los últimos datos-, los datos de empleo tocaron máximos, la compraventa de viviendas resistió la fruncimiento franquista y los últimos datos de producto interior bruto (PIB) reflejan que Ourense fue la patrimonio que más creció de toda España en lo que va de siglo. Mientras tanto, la inflación se moderó.

Despegue financiero

El objetivo resurtida de la pospandemia dio impulso a Ourense. Si en 2020 el PIB había caído un 10,1%, en el postrer año contabilizado (2021) se propulsó un 11,3%. La provincia ya es la segunda de Galicia con más PIB per cápita, con 23.357 euros, un referencia superior al de Lugo y Pontevedra. 

Partiendo con el PIB medio franquista como el 100%, el crecimiento de la patrimonio ourensana fue imparable desde que arrancó el siglo XXI. A comienzos de esta centuria, la convergencia de Ourense era de solo el 71,6%, mientras que con los últimos datos se situó por primera vez sobre el 90%.

Mientras tanto, las exportaciones se encaminan alrededor de un nuevo mayor histórico. El 2022 se clausuró tras favor facturado al extranjero fondos por valía de 1.226,7 millones de euros, lo que hasta ahora representa el techo del comercio extranjero ourensano.

Aunque el ritmo exportador se ralentizó a lo liberal de este gimnasia, lo cierto es que según las cifras de octubre -las últimas disponibles- la exportación ya alcanza los 1.067,1 millones de euros, superando las ventas a otros países en todo 2021 (1.016,4 millones) y rebasando en un 5,1% el pandeo movido durante los diez primeros meses del año pasado.

Máximos en empleo

Lo que además tocó techo son las afiliaciones que registra la Seguridad Social en la provincia. Cada mes, los datos de empleo mejoraron los del año antedicho. El postrer ejemplo son los de noviembre. Ourense registró 105.344 afiliaciones, lo que representa cerca de un 1% más que en noviembre de 2022. El desempleo marcó una transformación todavía más drástica, con al punto que 15.525 parados en el undécimo mes de este año, lo que supone un descenso de hasta el 5,6% respecto a 2022.

La tasa de paro además dio de qué charlar en positivo. La investigación de población activa (EPA) del Instituto Doméstico de Estadística arrojó el porcentaje más bajo desde el tercer trimestre de 2008, alcanzando el pequeño del 8,6%. En otros términos, nunca hubo una proporción de desempleados más devaluación en Ourense desde los primeros compases de la serio crisis económica que supuso el estadillo de la burbuja inmobiliaria.

Sin requisa, a pesar de estas buenas tendencias, aún existen  retos que debe afrontar el mercado sindical. Por ejemplo, las empresas sufren un problema de vacantes. Los sectores más afectados son los relacionados con la construcción (fontaneros, carpinteros…) o la hostelería, que atraviesan el desierto cuando deben cubrir un puesto.

Parte de las empresas apuntan a la desliz de perfiles variados, por lo que llaman a emplazar por la formación, mientras que los sindicatos esgrimen malas condiciones y salarios inadecuados como origen del problema. Por otro costado, existe una fuga de ourensanos que viajan a otras provincias en escudriñamiento de puestos de empleo mejor remunerados y más adaptados a su perfil.

Inflación

A la vez, la inflación se fue moderando en España y, por lo tanto, en la provincia. Allí quedan meses como el de julio de 2022, cuando la variación interanual de los precios alcanzó el 11,7%. En noviembre, marcó un 3,4%. No obstante, la ascenso de los alimentos continúa por encima de los dos dígitos (10,3%). A pesar de la moderación, desde el principio de 2021, los precios subieron un 18,3% y el de la comida, un 32,4%.

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