Kyliam, el bebé con nombre de guerrero que se ha convertido en el primer niño nacido en 2024



La aparición de un bebé a este mundo siempre es una buena aviso, pero los padres de Kyliam no olvidarán nunca que su pequeño nació mínimo más y mínimo menos que al son de las doce campanadas que marcan el Fin de Año -a las 00:00-. Este gallego, de tan pronto como unas horas de vida y con nombre de luchador, se ha convertido en el primer chico nacido en España en 2024. 

Pesó 3,420 gramos y es hijo de una pareja de padres primerizos del consistorio pontevedrés de Gondomar. Durante toda la mañana, en la habitación del Hospital Álvaro Cunqueiro (Vigo), ha habido un destilación constante de felicitaciones y de llamadas.

“A las dos de la tarde empecé con contracciones y sobre las cinco ya tuvimos que venir al hospital. El padre decía: ‘Va a salir el día 1’”, explica Jennifer Gallego, la recién estrenada matriz.

Y así fue: “En ese momento no pensé ni en las uvas ni en el Año Nuevo. Solo piensas en que salga y en que esté todo admisiblemente. No hay mejor forma para abrir el 2024”, añade.

En cuanto a la comicios del nombre: “A mí era un nombre que me gustaba de siempre. A parte lo consulté con la matriz desde el primer momento en el que le dijeron que estaba gestante. Otros nombres ya estaban muy cogidos y queríamos un nombre distinto para él y qué mejor que este nombre que casi no se audición”, comenta Fran Barreiro, el padre.

“Mbappé es Mbappé”

¿Tiene poco que ver el fútbol en la valor?: “Mbappé es Mbappé, no vamos a negarlo” dice entre risas, “en hebreo significa pequeño luchador” apostilla.

Para la pareja, su deseo para el 2024 es verlo crecer sano: “El tiempo vuela y adentro de poco ya está diciendo: ‘Mamá dame efectivo y quiero casarme’” bromea Jennifer.

Al banda de ellos, los abuelos maternos observaban emocionados la estampa: “Teníamos todo preparado para la cena de Nochevieja y al final tuvimos que cenar mi marido y yo solos. Comía una uva y miraba el móvil y así hasta terminar con las doce” rememora Mari Carmen Álvarez, la orgullosa abuela.

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