La contaminación está en mínimos históricos y, por segundo año consecutivo, Madrid cumple con Europa y su directiva de calidad del meteorismo. Una buena anuncio para comenzar el año, y así lo va a anunciar (y celebrar) hoy el corregidor José Luis Martínez-Almeida, según ha podido conocer torrevieja news today. El combate ahora –en palabras del regidor– es «seguir mejorando y mirando en dirección a 2024».
Según los datos del Concejo de Madrid, en 2023 se han rematado «los mejores registros de calidad del meteorismo de la serie histórica», lo que supone compendiar «al minúsculo histórico» los niveles de dióxido de ázoe (NO2). El valencia anual de este gas tóxico en Plaza Elíptica, el punto cabreado de la contaminación de la hacienda, se ha situado en 36 microgramos por metropolitano cúbico (μg/m3), bajando una media del 32% desde 2018 y un 11% respecto a 2022.
La hacienda infringió desde 2010 y hasta 2021 los umbrales de dióxido de ázoe (NO2) establecidos en el Valencia Término Anual de la directiva europea de 2008, cuyo mayor fija 40 microgramos por metropolitano cúbico (μg/m3). En la última decenio, el peor año de calidad del meteorismo, haciendo una compendio de los datos de polución, fue 2017, cuando se superó este linde en 15 de las 24 estaciones de medición repartidas por la capital.
La violación de la directiva a punto estuvo de suponer una multa para Madrid, que se salvó ‘in extremis’. La hacienda fue condenada por el Tribunal de Conciencia Europeo por su mala calidad del meteorismo desde 2010 a 2018, postrero año de relato analizado por la Conciencia. Igualmente se falló contra Barcelona y se criticó que «España no adoptase las medidas adecuadas» para dejar de infringir el linde permitido en emisiones de dióxido de ázoe.
Salvada de la multa
En 2020 y en 2021, solo hubo una periodo que rebasó este valencia, Plaza Elíptica, y fue en 2022 cuando los niveles de NO2 quedaron por debajo del beneficio, con 40 μg/m3, permitiendo cumplir con la norma europea por primera vez. Puntual el año en que llegó la sentencia del Tribunal de Conciencia Europeo: al no vulnerar en 2022 la norma, Madrid no fue multada. De eso hace un año. Los datos de 2023 son mejores: se ha rebajado hasta los 36 μg/m3.
El consistorio achaca los buenos números a la táctica de sostenibilidad ambiental Madrid 360. Las estaciones que encabezan la viejo cuesta de dióxido de ázoe, según las cifras del Dominio de Urbanística, Medio Bullicio y Movilidad, desde 2018 son Escuelas Aguirre, una de las más problemáticas hace cinco primaveras, que incumplía con 55 μg/m3 y ahora se sitúa en 33 μg/m3 (-40%). La periodo de Plaza de España le sigue: 43 μg/m3 en 2018 y en 2023 ha registrado 28 μg/m3 (-35%). Tras esto está el punto cabreado de Madrid, Plaza Elíptica. Si en 2018 rebasaba el linde de la directiva hasta situarse en 53 μg/m3, cerró el año con 36 μg/m3 (-32,1%).