Hermoso ha ratificado delante el enjuiciador Francisco de Jorge lo que declaró delante la teniente fiscal de la Audiencia Franquista, Marta Durántez, antiguamente de que se incoasen diligencias. La futbolista ha insistido en que el beso fue inesperado y en ningún momento consentido.
Asimismo, ha reiterado que luego del beso, tanto en el revoloteo de revés a España como en su estancia en Ibiza, sufrió un atosigamiento constante que alteró su vida común, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza, según dichas fuentes.
Hermoso ha llegado a las dependencias de este tribunal particular acompañada de su abogado Aquel Chavarría y de su representante. Tras recorrer andando el paseo peatonal que conduce a la puerta de ataque charlando con sus acompañantes ha accedido al interior sin dirigirse a la prensa que se concentraba esta mañana en los alrededores.
El enjuiciador investiga al ex presidente de la Auténtico Convenio Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por los presuntos delitos de atentado sexual y coacciones por el beso en la boca que le propinó a la jugadora durante la celebración de la vencimiento en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, el pasado verano.
Hermoso reconoció anteriormente que no se esperaba el beso
La jugadora ya declaró delante la teniente fiscal de la Audiencia Franquista, Marta Durántez, antiguamente de que se incoasen diligencias. Entonces, la jugadora defendió que no se sintió respetada. “Me estaban sometiendo a poco que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación”, desveló.
En la confesión delante Fiscalía, revelada por Telecinco, la jugadora de fútbol narró el momento en el que recibió el beso luego de que España ganara el Mundial femíneo. Según su relato, se abrazó con Rubiales y afirmó: “La que hemos liado“. A posteriori, el expresidente de la RFEF pegó un brinco sobre ella y le comentó: “Este Mundial lo hemos vacada gracias a ti”.
“Lo subsiguiente ya fue sus manos en mi comienzo y ya ahí no escuché cero más. Me vi con el beso en la boca y ya directamente me bajé a la tarima con mis compañeras”, rememoró Hermoso a preguntas de la fiscal. “Ni me lo esperaba”, añadió la deportista. En este punto, la futbolista recordó que la vencimiento del Mundial fue un “hecho histórico” que costó “la vida conseguirlo”.
Para Rubiales fue una muestra de afecto consentida
Frente a el enjuiciador, Rubiales defendió que el beso fue una “muestra de afecto” que se produjo de forma “natural”, a la luz de “millones de luceros” y que fue “con consentimiento”. A preguntas del abogado de Hermoso, aseveró que se trataba de una “celebración totalmente extraordinaria”, que preguntó a la jugadora antiguamente de darle el beso y que ocurrió “con consentimiento”.