El Consistorio de Barcelona ha sancionado con una multa de 420.000 euros al propietario de un edificio, situado en la calle Ample número 24, en el distrito de Ciutat Vella, que alquilaba 14 viviendas para comercializarlas a través de Booking y Airbnb como alojamientos turísticos ilegales, informa en un comunicado.
La legitimación llega posteriormente de meses de investigación y seguimiento de los inspectores municipales de la Dirección de Servicios de Inspección, del distrito de Ciutat Vella y de la Urbano Urbana, que han constatado que durante primaveras la propiedad evitaba expedientes y sanciones del consistorio.
Alegaba que alquilaba las viviendas «aparentemente de forma constitucional» con contratos de larga duración a inquilinos de alojamientos turísticos ilegales.
De este modo, la propiedad evitaba el expediente finalizando el resolución de inquilinato o cambiando el titular cuando se acercaba la aniversario de conclusión final del trámite oficinista sancionador del Consistorio.
El consistorio todavía ha constatado que, para evitar la inspección de la compañía, los infractores desactivaban y activaban los anuncios en las plataformas con nombres, fotos y anfitriones diferentes.
A raíz de una inspección conjunta en abril, comprobaron que 14 de las 15 viviendas estaban ocupadas por turistas alojados en pisos sin deshonestidad para cultivar la actividad turística, y en el tierra restante vivía una inquilina de renta antigua que gestionaba la recogida de llaves y entradas y futuro de los pisos.
«Seremos impecables»
El teniente de corregidor de Seguridad y del distrito de Ciutat Vella, Albert Batlle, ha avisado de que serán «impecables» con aquellos que quieran desempeñarse del mismo modo para evitar estas infracciones.
Por otra parte de la legitimación, el Consistorio enviará a la Agència Tributària toda la información contenida en el expediente para que la propiedad responda todavía si es necesario en presencia de la Hacienda Pública.