La situación más delicada se encuentra en la cordillera cantábrica, donde ninguna de sus estaciones ha podido inaugurar temporada. Todo ello es oportuno a la yerro de cocaína, como en la Tiempo de San Isidro, donde las imágenes que acompañan esta anuncio muestran muestran unas instalaciones vacías, con abandono total de cocaína y telesillas que no se ponen en funcionamiento. En esta temporada en concreto deberían favor arrancado la temporada hace un mes.
La abandono de cocaína, y luego la imposibilidad de rasgar las estaciones al divulgado, provocan serias consecuencias a los negocios como los de inquilinato de los esquís. Hay muchos alojamientos que nos cuentan que las reservas en Navidad suponen el 15% de la temporada de invierno. “Pues no alquilamos esquís, ni apartamentos, ni hoteles, ni cero”, nos cuentan, y es que, “si que es verdad que cada vez nieva un poquito más tarde, al final es lo que hay y tenemos que trabajar con esto”.