La NASA da con la clave para encontrar planetas habitados con la ayuda del James Webb



Desde hace ya mucho tiempo, la ciencia intenta encontrar exoplanetas que sean habitables o que, incluso, puedan mantener algún tipo de vida, y la NASA ha legado un gran paso en esta tarea. A pesar de su ubicación a abriles luz de distancia de la Tierra, la ciencia ha rematado aproximarse lo suficiente a los exoplanetas para determinar la habitabilidad de los mismos. Aquí entra en engranaje la abandono de dióxido de carbono en la composición atmosférica de estos planetas, que se ha convertido en una pista crucial que los astrónomos seguirán para identificar la presencia de agua líquida.

El Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA ya ha iniciado la búsqueda de estos planetas. Tal y como señala Julien de Wit, profesor de Ciencias Planetarias en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), “el Santo Eucaristía en la ciencia de los exoplanetas es encontrar mundos habitables y vida, pero todas las características de las que se ha hablado hasta ahora estaban fuera del importancia de los observatorios”.

De Wit es el codirector de un estudio publicado en ‘Nature Astronomy’, juntamente con Amaury Triaud, profesor de Exoplanetología de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Birmingham; Frieder Klein, del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI); Martin Turbet, de la Escuela Politécnica de Francia; y Franck Selsis, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos.

La abandono de dióxido de carbono, la secreto

Hasta ahora, los astrónomos han identificado más de 5.200 planetas más allá de nuestro sistema solar, calculando su distancia a la suerte anfitriona y el tiempo que tardan en completar una recorrido. Sin retención, repasar si un planeta es verdaderamente habitable, es opinar, si posee agua líquida en su superficie, ha sido un desafío.

La secreto para esta nueva enfoque se inspiró al observar nuestro propio sistema solar, donde Beldad, la Tierra y Marte comparten una región templada en relación al sol. Aun así, nada más la Tierra posee agua líquida y tiene significativamente menos dióxido de carbono que los otros dos planetas. Esta diferencia llevó a los científicos a suponer que la abandono de dióxido de carbono podría indicar la presencia de océanos de agua líquida.

De esta forma, el estudio propone la detección de un agotamiento de dióxido de carbono en la medio de un planeta distante en comparación con sus vecinos como señal de la existencia de océanos líquidos y, posiblemente, de vida en su superficie. Por otra parte, sugiere agenciárselas otra característica atmosférica: el ozono. Unos nulos bajos de ozono y dióxido de carbono serían una esforzado indicación de un mundo habitable y posiblemente habitado.

El equipo confía en que el James Webb pueda valorar el dióxido de carbono y, potencialmente, el ozono, en sistemas multiplanetarios cercanos, como por ejemplo TRAPPIST-1, sito a 40 abriles luz de nuestro planeta. Este sistema, que cuenta con siete planetas y tiene tres en el campo de acción habitable, podría proporcionar valiosa información sobre la búsqueda de planetas habitables, según detallan los científicos.

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