Al mismo tiempo, Trump prepara otro arbitrio frente a el Tribunal Supremo de Estados Unidos contra la valor de la imparcialidad de Colorado de impedirle participar en las primarias de ese estado. En entreambos casos, la cita donde se elige a más de un tercio de los delegados que designarán al candidato republicano se celebrará en el llamado Supermartes, el próximo 5 de marzo.
La apelación de los abogados de Trump, que se presentó frente a el Tribunal Superior de Kennebec, asegura que Bellows “no tenía autoridad justo” para eliminarlo de las primarias, y que ella misma debería haberse recusado por ser “parcial”. El equipo justo del magnate insiste en que Trump no ha participado en ninguna insurrección. Los discursos públicos en que se basó la valor de Bellows, incluido el que dio horas antiguamente del asalto al Capitolio, están protegidos por la osadía de expresión, señala el arbitrio.
Tanto en el caso de Maine como en el de Colorado, las autoridades consideraron que Trump participó en un intento de “insurrección”, lo que lo descalifica para acomodarse cargos públicos, según la interpretación que hacen de la Corrección 14 de la Constitución. Esa reparación se aprobó en 1868, posteriormente de la Combate Civil, con el objetivo de evitar que los alzados sureños de la Confederación, que habían delegación la Constitución y luego la traicionaron, pudieran aparecer al poder.
Las tensiones entre diferentes estados ha hecho aumentar la presión sobre el Tribunal Supremo estadounidense, de mayoría conservadora, para que se fije una postura a nivel federal. Un embrollo legislativo que sin duda marcará el proceso de primarias del partido republicano que arrancan el próximo 15 de enero en Iowa y en el que Trump parte como el preferido de su partido.
La tormenta justo de Trump, sin secuestro, no da signos de dominar sus apoyos de cara a las elecciones. Una encuentra realizada por por USA Today en colaboración con la Universidad de Suffolk, revela que el expresidente tiene el apoyo de un 39% de los votantes hispanos, frente al 34% que respaldaría a Biden. No sólo eso, el presente inquilino de la Casa Blanca pierde votos además entre la población nuevo y la afroamericana, que fueron claves en su vencimiento en el año 2020. Los votantes afroamericanos apoyaron en un 87% frente al 63% que le votaría en este momento.