Según el Instituto de Lozanía Carlos III, los ingresos hospitalarios se han multiplicado por cinco, pero aún no se ha apurado el pico. Los profesionales de la sanidad denuncian una desatiendo de personal y una enorme sobrecarga de trabajo.
La celeridad de los contagios no ayuda a frenar el colapso de los centros sanitarios, que no dan a patán para atender a todos los pacientes que llegan. Los profesionales advierten de que trabajar bajo tanta presión y estrés provoca que la seguridad del paciente se vea mermada.
Algunos pacientes aseguran que han tenido que esperar hasta 15 horas para poder ser atendidos en Urgencias. Otros, aseguran sobrevenir pasado toda la indeterminación esperando para ser vistos por un profesional de la salubridad. Los sanitarios advierten que se han superado todos los récords y que la situación coetáneo es saturante.