En relación al coetáneo estado de las Urgencias, el experimentado reconoce que aunque la saturación no supera a otras épocas precovid, en las que hubo incluso oleadas de constipado y de virus respiratorio sincitial, la situación coetáneo se complica por la convergencia de los tres virus, siendo la constipado A la que presenta más casos que podrían requerir hospitalización.
Usar la mascarilla para “advertir” y “proteger”
En lo referente al uso de mascarillas, el inmunólogo insta a organizar su incorporación en la rutina diaria. En este sentido, señala que “deberíamos dejar de ver el uso de mascarillas como una excentricidad asiática y nacer a utilizarlas como una útil esencial para advertir y proteger”. “Si vivimos con personas vulnerables o nosotros mismo somos vulnerables o si vamos en un medio de transporte muy abarrotado o entramos en un centro comercial, deberíamos incorporarla (la mascarilla) en nuestro bolsa o en nuestra chaqueta y usarla”, detalla.
Por otro banda, cuando uno sufre una de estas enfermedades, Corell subraya la responsabilidad de utilizar mascarillas de máxima protección, como las FFP2, especialmente cuando se presentan síntomas respiratorios y no es posible trabajar desde casa. “Si tenemos síntomas respiratorios y no nos podemos acordar en casa trabajando, deberíamos proteger a los que nos rodean, tanto a los convivientes como a los compañeros de trabajo, con mascarillas de máxima protección”, remarca el experimentado.
El virólogo incluso ha indicado que, en presencia de este incremento de infecciones respiratorias, algunas comunidades se plantean retornar a la encargo de la mascarilla en algunos lugares concretos. “De incorporarse su uso obligatorio en este momento en algún oportunidad, deberían ser los centros de sanidad, los centros hospitalarios y los ambulatorios, aquellos lugares donde se pueden concentrar más enfermos debida a que están acudiendo a las urgencias para ser diagnosticados”, señala.
De esta guisa, Corell pica estas recomendaciones, las cuales considera que son esenciales para contener la propagación de infecciones respiratorias y defender la sanidad colectiva.