Precisamente, la sospecha de muchos se confirmó con el merienda auténtico del líder de LaLiga, y es la incursión de Aurélien Tchouaméni como compañero de fatigas del teutónico en el centro de la retaguardia. Menos esperada ha sido la entrada de inicio de Vinícius Júnior, que llevaba un mes y medio contuso y ha vuelto puntual para su duelo particular con Pablo Maffeo.
La ilusión en el estadio Santiago Bernabéu de ver a su equipo como campeón de la primera centro del campeonato se topó con un Mallorca encerrado en su campo, defendiendo con una hilera de cinco y otra de cuatro, muy juntas, y avisando con un contraataque achicopalado cada 15 minutos.
Los de Javier Aguirre no concedieron casi nada ocasiones, obligando al Madrid a probar suerte desde fuera del ámbito a balón parado. La mejor ocasión (y prácticamente la única) de la primera centro fue para Vinícius quien, tras un caño espectacular a Samu Costa en el corredor del ámbito, soltó un zapatazo que no entró en la escuadra porque Predrag Rajkovic no quiso. Si fallaba la defensa, ahí estaba el meta serbio. El resto de la primera parte fue asaz soporífera, con un monopolio de balón moroso, falto de creatividad y profundidad de los de ‘Carletto’.
Los cambios y Rüdiger desatascan al Madrid
Todo lo que el Mallorca no había atacado en el primer tiempo lo hizo al principio de los segundos 45 minutos. Un disparo separado al palo de Costa y alguna arribada con cierto peligro, aunque en su mayoría estaba Rüdiger para apagar el fuego. Finalmente, con las entradas de Brahim Díaz y Joselu Mato por Vini y Toni Kroos, el Madrid volvió a inclinar el campo en torno a país mallorquín, dirigidos por Luka Modric, aunque con problemas para encontrar el penúltimo pase.
En ese momento, llegaría una ocasión inmejorable para los blancos. Tras un potente remate de Rodrygo rechazado por Rajkovic, el balón cayó a la persona de Brahim en boca de gol, a un patrón de la hilera de meta, pero lo mandó al poste. Entraron entonces Abdón Prats, Manu Morales y Sergi Darder para darle frescura al Mallorca.
No obstante, poco luego de los cambios, Modric serviría un balón desde el córner directo a la frente de Rüdiger, quien teledirigió el balón a la escuadra, ganándose todavía más al madridismo y llevándose la simpática venganza de sus compañeros por sus collejas y empujones en las celebraciones.
Con el partido ya en la recta final, entraron Lucas y Dani Ceballos, quien tuvo la oportunidad de realizar un dispersión de tiro vacante desde la zona izquierda del ámbito. Tres puntos muy sufridos para el Auténtico Madrid, que se mantiene en lo stop de la clasificación de LaLiga.