La destreza quirúrgica que sanó a una joven embarazada en una intervención «excepcional»


Cirugía pionera en España. Por primera vez en el plano franquista, una paciente gestante se ha sometido a una intervención de nefrolitotomía percutánea, dirigida a tratar la cálculo eliminando cálculos en el riñón o en las vías urinarias a través de la piel. De la operación, que ha sido todo un éxito, ha estado a cargo un equipo gallego: el de la Mecanismo de Endourología y Cálculo del Servicio de Urología del radio Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza, que la llevó a angla a finales del pasado año en el Hospital de Conxo. La enferma, de 21 primaveras y 28 semanas de desarrollo, pudo percibir el inscripción y retornar a su domicilio dos días más tarde.

Hasta la aniversario, ningún otro equipo gachupin había realizado una intervención de equiparable complejidad en una paciente gestante. El doctor Daniel Pérez Fentes, responsable de la Mecanismo, relata en conversación con torrevieja news today que, normalmente, a la cálculo en el inconveniente se alega estableciendo un drenaje hasta que tiene ocasión el parto. Pero, en este círculo, esa no era una opción. «Lo habitual es tener una ademán conservadora; es aseverar, poner un catéter y tener con él hasta el parto para no poner en peligro, en una cirugía, a la superiora y al pibe», pero «en situaciones como la que se presentó» puede volverse necesario, «valorando el riesgo-beneficio, hacer este tipo de intervención», explica. La paciente portaba un catéter interno desde su cuarta semana de inconveniente, pero este se había calcificado, obstruyendo su tracto renal. «Le provocaba dolor, sangría, infecciones y ponía en peligro la viabilidad del feto. Incluso la vida de la superiora, que podía perder el riñón», detalla el experto. Por eso, siendo el compostelano un centro de narración para el tratamiento endourológico, fue remitida desde el hospital de Pontevedra en un momento en el que aún le quedaban más de dos meses de inconveniente -la operación se le realizó en su sexto mes-.

Incluso cuando la cálculo se interviene quirúrgicamente, apunta el entendido, lo habitual es gastar solamente el derivación transuretral, sin hacer ningún orificio en el riñón de la paciente: «La falta de realizar una nefrolitotomía percutánea es admirable y solamente se reservaría para aquellos casos de gran cantidad de grosor de cálculo y complejidad, como era el caso de esta paciente», señala. De esa forma, la cirugía se realizó bajo inconsciencia militar a través de un orificio miniaturizado de 5.33 mm en el costado de la paciente. Por él se introdujo una cámara de 4 mm que, mediante láser, pudo fragmentar la cálculo que ocupaba la pelvis y los cálices renales, mientras que una segunda cámara hizo lo propio para resolver el cálculo de 3 cm de su vesícula. El catéter se extrajo sin problema y, mediante una cámara flexible introducida desde la uretra, se revisó que la vía urinaria inscripción estuviese indemne y sin restos litiásicos. La intervención, dirigida por Pérez Fentes, entendido en esta técnica, duró 106 minutos y la paciente fue dada de inscripción a las 48 horas sin secuelas y sin ningún tipo de drenaje. El buen estado del feto fue verificado durante y tras la intervención, tanto por el propio equipo quirúrgico como por el Servicio de Obstetricia del radio sanitaria.

El experto señala lo «admirable» de la intervención realizada si se toma como cojín la letras científica que documenta casos previos, tremendamente escasa: a nivel mundial hay solamente publicados 7 artículos que recogen una experiencia total de 16 pacientes gestantes intervenidas mediante nefrolitotomía percutánea. Encima, en este caso, todas las maniobras para crear el llegada percutáneo se monitorizaron solamente mediante ecografías, y no con rayos X, para no dañar al feto; otro punto diferencial respecto a varios de esos informes. «Adaptamos la experiencia que tenemos en otros pacientes sin utilizar rayos X a este caso para ofrecer un beneficio adicional, que es no utilizar la radiación ionizante para el guiado de las técnicas interiormente del riñón. De esta forma, con control ecográfico, evitamos radiaciones que pueden poner en peligro al feto», sostiene. De nuevo, era el primer caso que se realiza en España y, luego, la primera vez para el equipo de Pérez Fuertes, «pero todo el bagaje de más de 1.500 cirugías percutáneas hechas en desigual tipo de pacientes de diferente complejidad, aunque no fuesen embarazadas, y la experiencia de hacerlo sin rayos X en algún porcentaje de pacientes» fue secreto para trasladar ese conocimiento y poder hacer frente «a este desafío», cuyo éxito el doctor relaciona con «tres pilares».

«El primero es tener ese bagaje detrás», comienza explicando, para lo que resulta secreto que su centro se considere de excelencia a nivel gallego. «Viene mucha familia a formarse de España y de fuera de ella en este tipo de técnicas, somos una una narración internacional para la cirugía inmunológica y pioneros en muchos tipos de intervenciones, como la cirugía percutánea en consultorio. Ese es el primer pilar, la experiencia», insiste. «El segundo es contar con todo el material» necesario para aceptar a angla «una técnica que, encima de experiencia, requiere de una recital de material tremenda», empezando por «cámaras rígidas y flexibles para adaptarse a la cuerpo del paciente. Y en este caso eran dos, una mujer y un pibe, que es otro desafío», añade.

Finalmente, «el tercer pilar es contar con un buen equipo», valora. «El que tengo en la dispositivo de Endourología es de una excelencia contrastada, y encima contamos con el apoyo del Servicio de Obstetricia, en este caso, para poder coordinar con ellos la maduración de los pulmones del feto en caso de que por las maniobras de la cirugía se desencadenase el parto», relata, aunque en este caso «solo llevaba seis meses». Pérez Fentes igualmente destaca la coordinación con el Servicio de Narcosis del hospital, con el que asiduamente trabaja «codo con codo». «Luego», resume las claves: «experiencia, educación tecnológica y trabajos multidisciplinares».

El éxito cosechado servirá igualmente para cascar camino en este tipo de intervenciones. «Es nuestra obligación como centro de excelencia y de narración, cuando tienen ocasión estas cirugías novedosas o modificaciones técnicas», comunicarlas «no solo la población militar, sino, fundamentalmente, a través de la letras científica, en cursos o congresos», cuenta el experto. Trasladar la experiencia «para que otras personas puedan aplicarlas cuando se les planteen desafíos como este», y divulgar el conocimiento adquirido «porque de él se van a beneficiar muchos compañeros, y, lo más importante, pacientes».

La mujer atendida pudo tener lugar el fin de año en su casa de forma tranquila, «sin ningún tipo de drenaje ni síntomas y sin inconsciencia». Residente en Pontevedra y originaria de Mozambique, se trataba de su segundo inconveniente con 21 primaveras y pudo retomar su día a día «muy contenta». «Contactamos con ella y sigue estando asintomática. El feto está en progreso ordinario y sin ningún tipo de complicación. Se prevé que, si todo va correctamente, el parto sea a finales del mes de febrero», relata el experto.

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