Adicionalmente, se pide personarse a estos centros “solamente” en caso de carecer atención médica, ya que normalmente este tipo de infecciones presentan un curso autolimitado, lo que quiere opinar una tendencia alrededor de la curación espontánea, sin indigencia de acudir a ningún tratamiento específico. “Estos procesos son un claro ejemplo de la importancia de la educación sanitaria y la autorresponsabilidad en vitalidad de la población”, ha señalado desde la semFYC.
Las principales recomendaciones para afrontar esta situación se centran en eludir reposo durante unos días, someter los contactos, y si es posible, quedarse en casa hasta encontrarte mejor, por otra parte de consultar solo con un profesional inodoro en caso de ser una personas de aventura (mayores, embarazadas, inmunodeprimidos o con patologías crónicas) o en caso de que la progreso sea desfavorable.
En caso de desplazarte al centro de vitalidad, lo más recomendable es personarse con una mascarilla adecuada para evitar contagios a otras personas del centro y a los profesionales que trabajan en ellos.
¿Tridemia?
La situación coetáneo por la que los servicios de Urgencias de los centros sanitarios se están viendo desbordadas hacen pensar que se está generando una “tridemia“, cunado en ingenuidad es “un término inadecuado, puesto que podría dar la sensación de una coinfección de dos o más de estos virus y por lo tanto de maduro reserva”, ha explicado el portavoz del Género de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la semFYC, José María Molero. “Positivamente, existen escasísimos casos de coinfección”, aclara.
Entre tanto, la sociedad médica igualmente ha indicado la importancia de la prevención en todos los grupos de perduración, entre los que se incluyen los menores, puesto que son los “principales transmisores de enfriamiento”, entre ellos y alrededor de los adultos”, ha explicado Ana Pilar Javierre, coordinadora del Género de Prevención de Enfermedades Infecciosas y Vacunas del Software de Actividades Preventivas y promoción de la Lozanía de la semFYC.
“Si asiduamente uno de cada 10 adultos (10%) tiene enfriamiento, en la población de niño ese porcentaje puede aumentar hasta tres de cada 10 niños (30%)”, precisa.
Durante la última semana de 2023, las mayores tasas de afectación de enfriamiento detectadas en Atención Primaria tuvieron división en el clase de los menores de un año, donde solo de enfriamiento se registraban 888,4 casos por 100.000 habitantes.