El día de Año Nuevo, el PSdeG difundió un vídeo de José Ramón Gómez Besteiro disputando una «pachanga» de baloncesto con amigos. Un deporte, comentaba el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, del que aprendió «a intentarlo de nuevo». «A veces no va a la primera», pero todo es cuestión de intentarlo, incidía en la metáfora. La precampaña del político lucense, sin incautación, evoca más a otra disciplina: el ciclismo. Enfundado en el maillot de líder del equipo -que el secretario genérico Valentín González Formoso le cedió gustoso-, Besteiro ha ido rodando en el pelotón hasta, puntualmente, aprovechando la huella de sus compañeros, demarrar y lanzarse en solitario.
Lo hizo, primero, de la mano de su sucesor al frente de la Delegación del Gobierno. Aunque Pedro Blanco ostenta ahora el cargo que él ocupó de forma fugaz, tras la marcha a Madrid de José Miñones, fue Besteiro quien anunció novedades ‘in situ’ para Navantia, en Ferrol; o quien presumió del compromiso de Pedro Sánchez con Galicia conexo al viaducto a medio reparar de O Castro, en la A-6. Este ‘modus operandi’ -por el que un simple candidato y «presidente de la Comisión de Transportes del Congreso» se erigía en portavoz gubernamental- no gustó en las filas del PP, que registró en el Congreso una iniciativa para pedir cuentas al Ejecutor. Besteiro dijo no entender la polémica.
Entre alcaldes
En la última semana, sin incautación, Besteiro ha cambiado de compañero de andanzas y ha incluido en su dietario de precampaña actos conexo a los alcaldes urbanos socialistas: Lara Méndez (Lugo), Inés Rey (La Coruña) y, este jueves, Abel Caritativo (Vigo). El candidato coge así el rebufo de los adalides del poder tópico socialista, uno de los principales activos en los que siempre emblema el partido su músculo y capacidad de tracción de voto, aprobación de ejemplos de hoja de servicio en la gobierno más próxima al votante.
Con Lara Méndez, en su ciudad, Besteiro se fotografió hace dos miércoles con un collie para vislumbrar una campaña para evitar el desatención de animales de compañía. «Las mascotas no son juguetes», recordó. Un acto amable dos días luego de la comida de Navidad.
El pasado martes, ya iniciado el nuevo año, el exsecretario genérico del PSdeG se puso más serio para comparecer en un parada de autobús de La Coruña con la alcaldesa y regidores y cargos de la comarca. Allí acusó al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, de desatender a más de 400.000 habitantes y de favor empeorado el transporte sabido. El transporte metropolitano no puede funcionar con «la rueda pinchada», tiró de placer de palabras con el patronímico del mandatario.
Este jueves Besteiro completó la ronda con entrevista al referente tópico por ejemplo, Abel Caritativo, con quien celebró favor compartido una «intensa etapa de trabajo (…) para mejorar la posesiones de los gallegos». Acompañado todavía por la presidenta del PSOE gallego, Carmela Silva, el candidato aseguró que acabará con la «Galicia de las dos velocidades». Y presumió de estar en contacto permanente con -y admisiblemente informado por- el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, preocupado por las amenazas de restricciones y aranceles a la flota gallega por el nuevo gobierno.
De paso, avanzó que este viernes estará en la ciudad olívica otro ministro, el de Transporte, Óscar Puente. Comparado con sus anuncios previos, casi nada una nota al pie.