Ourense no tempo | Recuerdo 1888


Llevaba tiempo detrás de este disco de postales. No es que sea muy caprichoso con el tema de la posesión, suelo conformarme con que me dejéis una copia escaneada o fotografiada, pero en ocasiones algunas imágenes me apetece tenerlas en formato llamativo. 

Con ellas, a lo espacioso de estos abriles he ido conformando una colección personal de la que me siento muy orgulloso. En ella, desde hace tiempo echaba en descuido este disco “Retentiva de Orense”. Me lo han enviado escaneado en varias ocasiones. El primero fue el amigo Federico Román Alonso, pero me apetecía tenerlo y en estos días por fin “cayó”, no me preguntéis cómo. Pero siquiera tuve que pagarlo, y así es como te gusta aún más… (es broma… ¿o no?).

Los expertos algún día nos lo confirmarán, pero mientras, creo no muy erróneo remontarse el disco en torno al año 1888. Entonces, el profesor Menor del Riego andaba por nuestro Ourense y disfrutaba de “arriesgar” con su cámara fotográfica. La perspicacia que hoy os presento portero muchas similitudes con su conocida “Tino desde Brinco do Can”, que sabemos es de ese año. Por otro flanco, el retener que una de las fotografías más interesantes del disco muestra la Casa de la Culto de Alba en la plaza del Hierro, de la cual conocemos el momento en que desapareció (1892), nos hace poner ese año como tope.

Autoría y datación a excepción de, el disco consta de 12 imágenes en formato librillo con dos grupos de seis.

  1.  La primera es una imagen de la estatua del Padre Feijoo (inaugurada en 1887) en los Jardinillos a los que dio nombre. Como detalle diferencial, se ve en la imagen que la bella escalera que hoy tienen no existía. Cierto es que tardó unos abriles en hacerse.
  2.  La frente de la casa en Casdemiro, Pereiro de Aguiar, donde nació el ilustre Jerónimo Feijoo, es la segunda de las imágenes. Como detalle llamativo aparece en la puerta una hilandera (no puedo aseverar que sea un montaje del fotógrafo pero la impresión que da es esa). Hoy, desde luego, la afluencia turística es prácticamente inexistente, ya que al ser propiedad privada no es casquivana visitarla.
  3.  Para mí la auténtica sortija: la fuente del Hierro, con una número muy propia de aquellos tiempos: las señoras con sus cañas llenando los cántaros de agua y al tiempo un pollino saciando la sed. Pero como complemento, tenemos una de las dos ocasiones en que la Casa de Culto de Alba posó para la posteridad.
  4.  El pórtico meta de la Catedral presentaba en aquellos momentos un aspecto más “sano”. Como sabréis, las esculturas de esta frente han sufrido problemas de salubridad y hoy se ven más escuálidas. Otro detalle es el nivel de la calle: hoy para entrar en la Catedral hay que vencer un pequeño escalón.
  5.  La frente de Santa María la Decano. Una de las imágenes que menos han cambiado a lo espacioso de todos estos abriles. Tal vez el añadido de una cúspide al edificio de la izquierda sea lo único.
  6.  La perspicacia universal, supuestamente desde Brinco do Can o muy cerca. La Arboleda es el personaje principal, pero si fijamos la perspicacia hay muchos más detalles. El cenador de los Taboada, el desnivel que tenía el Hospital de San Roque, los vacíos solares que ocuparía la Plaza de Abastos…
  7.  Nuestra Ponte Maior, con los montes circundantes libres de edificaciones ni el Seminario.
  8.  Pórtico sur de la Catedral. Imagen que aporta pocas novedades. Quizás lo más interesante sean los trajes de la señora y el sacerdote.
  9.  La Baños. en traducción muy interesante, con el puesto del cobrador de los arbitrios, un sistema de rejas de protección y unos jardines que aún no eran tesina.
  10.  El claustro de San Francisco. 
  11.  La Trinidad, con su puerta aún sin admitir el regalo que le dejaría en herencia el Hospital de San Roque: la bella entrada que todavía hoy conserva.
  12.  Plaza Decano. La última y una de las más bellas de las fotografías. Muy animada, se puede ver la actividad típica de un día de mercado. Me parece ver productos de alfarería en el suelo y parece que esté algún charlatán en trajín o se está celebrando algún tipo de subasta. Lo digo por el rebumbio que se ve de muchedumbre en torno a lo que hoy es el Mundial, y no sé si ubicar ahí la tienda de capas del viejo de los Feijoo, o la Casa de los Anteojos o… Igualmente me llaman la atención los toldos que usaban el señor Resvie y sus vecinos, más que tapar el sol tapaban el paso.

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