Agosto llega a su fin y, con él, las vacaciones de verano de millones de españoles. A los más pequeños de la casa aún les quedan un par de semanas de libertad, pero ya todos están mentalizados para De vuelta a la escuela. El transporte público de Barcelona no es una excepción y de cara al final del verano está preparado para afrontar el nuevo rumbo.
Finalizadas las obras de la L4
Si por algo ha estado marcada la movilidad pública en la capital catalana este verano es la reforma de la L4 del metro, que también es la que pasa por la mayoría de playas de la ciudad. Al igual que ya se hizo el pasado verano con un tramo importante de la L5, el Ayuntamiento de Barcelona optó por realizar esta reforma durante los meses de julio y agosto ya que son los meses en los que la red de metro tiene menos afluencia de viajeros.
La renovación ha supuesto derribar y reconstruir 6 kilómetros de pistas, instalará 12.000 metros lineales de carril de acero fijado con 18.600 fijaciones antivibraciones sobre una plataforma de 14.000 metros cúbicos de hormigón. Todo para mejorar la calidad del servicio y evitar los ruidos fuertes que sufren los vecinos de la zona.
Volver a la normalidad
Así, de cara a la vuelta al cole, el metro de Barcelona volverá a la normalidad y todos los usuarios habituales de la L4 podrán volver a utilizarla entre las paradas de Verdaguer y Bogatell (precisamente un tramo que discurre por el centro de la capital catalana, con paradas importantes como Paseo de Gracia, Urquinaona o Jaime I).
Hasta ahora TMB había habilitado líneas de autobuses especiales que imitaban el trazado de la línea en superficie, y que ya no están disponibles. En algunos casos también se podrían utilizar las líneas regulares de autobús que circulan por la zona próxima al tramo afectado, especialmente las líneas V19, V21, 6 y 47.