Un gato obliga a intervenir a los Bomberos tras impedir la entrada de sus dueños en casa



Los Bomberos de Vitoria-Gasteiz han tenido que comparecer a una vivienda de la haber alavesa porque el pícaro estaba “agresivo” e impedía la entrada en la vivienda de los propietarios. Así lo ha informado el cuerpo.

Cuando los bomberos llegaron a la vivienda, al inaugurar el pícaro estaba calmado y pudieron introducirlo en el interior de un cajetín. Los dueños del animal explicaron que el pícaro toma tranquilizantes y que llevaba una temporada mostrándose agresivo.

Al finalizar el incidente y una vez solventado el problema, los propietarios se hicieron cargo del animal. Los hechos ocurrieron a las 16:22 horas del martes y los bomberos no regresaron a la central hasta las 21:24 horas.

Los gatos son animales sensibles y cualquier cambio puede producirles una sobresalto emocional y ansiedad. Las razones de la determinación de un pícaro pueden ser numerosas, como la defensa del región, estar asustado por poco que considera un peligro, que estén enfermos y manifiesten así sus dolencias o incluso que se encuentren aburridos.

Un estudio de Nature Communications ha concluido que los gatos domésticos con ataque al exógeno cazan en todo el mundo 2.084 especies de animales como aves, mamíferos, insectos y reptiles. Los gatos son depredadores indiscriminados que “están influyendo en un conjunto de interacciones entre especies más amplio de lo que se pensaba anteriormente”, según el estudio.

Delante una situación similar, los expertos recomiendan realizarles un inspección médico para descartar enfermedades y aconsejan no gritarle, tocarlo o agarrarlo. Todavía proponen alejarse del animal hasta que se tranquilice y meterlo en un trasportín.

Ley de Bienestar Animal

La Ley de Bienestar Animal prohíbe dejar a un animal en el interior de un transporte o en condiciones térmicas que puedan transgredir contra su vida. Asimismo, siquiera podrán estar de forma permanente en una terraza, sótano o corredor.

Los perros no podrán suceder más de 24 horas solos en un domicilio, aunque tengan comida y agua suficiente. En el caso de otros animales de compañía, el plazo puede aumentar hasta los tres días.

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