El procesamiento de los distintos segmentos refleja esta realidad. De los tramos que conectarían la capital provincial con la región oriental, sólo uno tiene su proyecto en redacción: el de la Circunvalación de Monforte. El resto está pendiente de su proyecto. Con polémica de por medio: varios colectivos alertaron sobre el impacto ambiental en la Ribeira Sacra por los tramos cercanos a Os Peares.
Además, la tramitación de los tres tramos entre Valdeorras y El Bierzo está muy avanzada. Requejo-Villamartín de la Abadía está a la espera de la licitación de sus obras, algo que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana prevé materializarse este año. El presupuesto asciende a 126 millones de euros. El proyecto del tramo A Veiga de Cascallá-O Barco está terminado pero debe volver a salir a bolsa, y el tramo Requejo-A Veiga de Cascallá aún está en redacción.
Desde O Barco, la carretera es un papel guardado en un cajón. En ninguno de estos tramos se ha registrado ningún avance desde que se aprobó el estudio informativo en 2014.
Fue hace casi dos décadas cuando se prometió la construcción de la carretera, lo que debería dar de baja la cada vez más obsoleta N-120. El viaje se reduciría a aproximadamente una hora.