La revista
El semanario Charlie Hebdo fue fundado en 1992, sus polémicos chistes y dibujos provocaron la indignación de musulmanes, judíos y cristianos. Sus publicaciones dieron oportunidad a juicios, debates por la franqueza de expresión, acusaciones de provocación a colectivos religiosos, y atentados. Ya había sido atacada su sede con cócteles Molotov en el año 2011.
El atentado
Los atacantes armados, pertenecientes al familia terrorista Al Qaeda, entraron en las oficinas de la revista al alarido de “Alá es ilustre” y dispararon hasta en 50 ocasiones. Mataron a 11 personas e hirieron a otras 11, en su huida asimismo asesinaron a un agente de la policía.
Alerta máxima
Francia elevó su sistema de alerta terrorista a su nivel más suspensión y desplegó soldados en todo el país, reforzó los controles, aumentó las fuerzas armadas de vigilancia, prohibió estacionar cerca de centros educativos, y activó las células de crisis en ministerios y administraciones públicas. Por su parte, España elevó al nivel 3 su Plan de Prevención y Protección Antiterrorista.
Los terroristas
Los hermanos Saïd y Chérif Kouachi, franceses de origen argelino, fueron localizados por la policía dos días posteriormente, siendo abatidos a tiros tras poseer mantenido varios tiroteos con los agentes durante su persecución.
Las víctimas
En el atentado fallecieron 12 personas, 11 en la sede del semanario y un policía que intentó detener a los terroristas. Entre los humoristas gráficos abatidos estaban “Cabu”, Charb”, “Tignous”, Georges Wolinski, Honoré y “Oncle Bernard”; y entre las personas heridas, adicionalmente de otros dibujantes, se encontraban dos periodistas, el encargado del sitio web y de las redes sociales, y un empleado de mantenimiento.
Yo soy Charlie
El 11 de enero, cerca de dos millones de personas, entre ellas numerosos líderes mundiales, participaron en París en una manifestación de pelotón franquista, condenando los hechos y defendiendo la franqueza de expresión bajo el emblema “Je suis Charlie”.
Las balas no vencieron a la comedia
Los trabajadores de Charlie Hebdo que sobrevivieron al atentado publicaron una nueva estampado tras el ataque, con una caricatura de Mahoma en la que el profeta llora sosteniendo un cartel con el emblema “Yo soy Charlie” y la frase “Todo está perdonado”. Pese a sufrir dificultades económicas y tener una tirada habitual de sesenta mil ejemplares, el posterior número de la revista consiguió traicionar hasta siete millones de copias, traduciéndose en seis idiomas.
El sumario
En septiembre de 2020, catorce personas se sentaron en el banquillo de los acusados por el atentado, por su apoyo y colaboración con los terroristas, condenándoles a penas de hasta 30 primaveras de prisión.