El líder de los populares gallegos lanzó la campaña de su partido de cara a las elecciones gallegas con un mitin en el que ha agresivo un doble mensaje: “no hay mínimo ganadería y se puede perder todo“; y la apelación a evitar que Galicia sea “un trofeo en La Moncloa y una sucursal de serie B del independentismo” .
Rueda se convirtió por primera vez en candidato del PPdG a la Xunta de Galicia tras la sucesión de Alberto Núñez Feijóo. Rueda ha protagonizado un acto muy centrado en los cuadros gallegos –participaron los principales dirigentes y todos los conselleiros– y con el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, como representante de la dirección estatal.
En todo caso, Rueda, quien ha tenido palabras de presente todavía para Gerardo Fernández Albor y Manuel Fraga, ha evitado equívocos: Feijóo “suma” y estará “muy presente” en la campaña gallega.
En la tolerancia de campaña, Rueda todavía dedicó parte de su intervención a la política franquista. Por ejemplo, a la ley de indulto. El presidente gallego aseguró que frente a quienes dijeron que “nunca” aprobarían una ley de indulto y la han sacado “antiguamente que la de presupuestos”, ha reivindicado la “política de la confianza”. Todo ello, en una intervención en la que todavía ha cargado contra el BNG y ha defendido una Galicia “con personalidad propia” y “abierta” frente “al nacionalismo enfurruñado”.
Evitar el conformismo
Rueda ha asegurado que quiere hacerlo “admisiblemente” y “estar a la valor”. Por ello, ha renovador que será “muy chinche”. “Pediré la implicación de todo el mundo, cero confianza y conformismo“, ha dicho, antiguamente de añadir: “No hay mínimo ganadería y se puede perder todo, nuestro peor enemigo es el conformismo“.
Él ha dicho que es consciente de su responsabilidad, pero igual que ha pedido al partido que no se “confíe”, le ha instado a tener confianza en él como líder, y ha reiterado que hay que trabajar y esforzarse. “Lo voy a pedir como candidato a la Presidencia de la Xunta, y como Alfonso Rueda, militante de saco. Pero todavía convencido de que la buena política sirve para mejorar las cosas”, ha proclamado.
A su modo de ver, remar con fuerza es preciso porque los integrantes del PPdeG deben estar “a la valor” del partido, “el primero y el que más se parece a Galicia”. Pero todavía ha pedido tolerar la enseña popular “con la comienzo admisiblemente adhesión” y ha reivindicado “con todo el orgullo” a Albor, a Fraga y a Feijóo.
“Va a estar muy presente estos días. Suma como otros que están en La Moncloa restan y quiero pedir un aplauso para Feijóo”, ha sentenciado, comprometido con una “campaña digna”, sin “descalificaciones” y “sin musitar mal de Galicia, de los servicios y de los servidores públicos” -después aludió de forma expresa a la sanidad pública, con la saturación de urgencias en el foco durante los últimos días-.
“Un trofeo” para Sánchez
Rueda ha hecho tener lugar por la política franquista buena parte de los mensajes de su acto de proclamación. Así, ha rechazado la “política del todo vale”, que ha identificado con Sánchez y ha mencionado “a los que decían que nunca aprobarían una ley de indulto y lo harán antiguamente de la de presupuestos. “¡Con la yerro que nos hace una ley de presupuestos en España!“, ha exclamado.
Todavía ha aludido a la condonación de la deuda a Cataluña o a las promesas de “fabulosas rebajas en las autopistas”. “No es nigromancia, son tus impuestos, dicen. Pero llegaron con los Reyes Magos y besaron la tren. Que es lo único que tenemos”, ha reprobado en relación a la flamante cita y a los anuncios del ministro Óscar Puente, en materia ferroviaria.
En el polo opuesto, ha apelado “a la política de la confianza”. “Para ofrecer confianza hay que ser confiable, y en ellos no podemos tener fe”, ha ayudante, antiguamente de insistir en que hay que “trabajar” para que Galicia “no sea simplemente un trofeo que colocar en la vitrina de La Moncloa”. “Para que Galicia no sea un punto al que venir media hora en Falcon inventándose un acto institucional al que por supuesto no invitan a la Xunta, para a posteriori estar 20 minutos, soltar lo de siempre e irse”, ha apostillado.