Transportes ya trabaja en la supresión del peaje de la AP-6 y los ramales de Ávila y Segovia para 2029


El Profesión de Transportes y Movilidad Sostenible ya trabaja en el decorado que se abrirá el 19 de noviembre de 2029, cuando «previsiblemente» se pondrá fin al peaje de las autopistas AP-6, que comunica Castilla y Arrojado y Madrid, así como de los ramales AP-51 de Ávila o la AP-61 en torno a Segovia. El unidad de Óscar Puente ha comenzado a planificar la huida para lo que ha encargado un «diagnosis» del impacto que tendrá sobre el tráfico y las infraestructuras existentes.

Tras la exterminio del peaje de la AP-1 (Burgos-Armiñón) a finales de 2018, merienda primaveras posteriormente llegará la «previsible» supresión del suscripción por uso en la AP-6 (Villalba-Adanero), así como de las vías AP-51 (Villacastín-Ávila) y AP-61 (San Rafael-Segovia), según la información oficial consultada por Ical. La concesión fue adjudicada mediante Verdadero Decreto 1724/1999, de 5 de noviembre, por lo que inició su actividad el 19 de noviembre de 1999 la empresa Castellana de Autopistas, S.A. En abril de 2020, el Gobierno de Pedro Sánchez fijó en 30 primaveras su duración, por lo tanto expirará el 19 de noviembre de 2029.

Para ello, Transportes acaba de difundir un arreglo 1,13 millones de euros para elaborar un estudio informativo, con un plazo de ejecución de 30 meses. No obstante, prevé tomar un primer documento en los primeros ocho meses, en torno a febrero de 2025. De momento, el Profesión aplazamiento tomar las ofertas de las empresas interesadas hasta el mes de abril de este año, para posteriormente adscribir y formalizar el arreglo, poco que podría terminar resuelto a principios del próximo verano.

El Profesión reconoce en la documentación que acompaña a este concurso que el «previsible» fin del peaje en 2029 suponga que la AP-6, AP-51 y AP-61 capten tráficos de otras carreteras aleñadas, en particular de la N-VI, N-110 y N-603, adicionalmente del que se pueda inducir por la reducción del coste generalizado del transporte. Esto, señala, podría encontrase en 2029 con la «insuficiencia» de la capacidad de algunos enlaces, pero asimismo de las áreas de servicio existentes o del firme ya que tendrá que soportar un decano masa de tráfico pesado.

En ese sentido, el unidad de Óscar Puente plantea la posibilidad de que sea necesario remodelar los enlaces existentes o de implantar algunos nuevos en otras ubicaciones, para canalizar el tráfico creciente y para dar conexión a los diferentes territorios, ya que la distancia entre los de San Rafael y Villacastín es de 22 kilómetros aproximadamente; de 20 entre Villacastín y Sanchidrián y de 22 entre Villacastín y Vicolozano.

Todavía explica que el aumento del tráfico puede requerir la creación de carriles adicionales en el tronco de la autopista, una opción «poco probable»; la asimilación de medidas contra el ruido o de sistemas inteligentes de transporte; la ampliación de las áreas de servicio, con las características marcadas por Europa, o la creación de aparcamientos de vialidad invernal. A ello se unirán otras intervenciones como «pacificaciones» de travesías o para simplificar la movilidad ciclista en la N-VI, N-110 y N-603.

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