Unas obras de restauración que pretendían acabar con las grietas de los muros y cúpula de Madrid iglesia del carmen y san luisen pleno centro de la capital, he acabado descubriendo por casualidad un pavimento original del templo, que data del siglo XVII, y excepcional en Europa por su diseño. La sorpresa ha dado paso a las decisiones: el suelo se mantendrá a la vista, para disfrute de los madrileños.
El Ministro de Cultura, mariano de pacovisitó este viernes el templo junto al director general de Patrimonio Cultural, Bartolomé González, y el arquitecto que dirige la restauración, Eduardo Navarro Pallares (“sin acento”, insiste). Es una iglesia muy singular y vinculada a la capital, por su ubicación e historia. Perteneció al convento de las Carmelitas Calzado fundado en 1573 bajo el patrocinio de Felipe II y su presidente, Jacobo Treci, el Caballero de Gracia. Pero antes de ser iglesia, fue un burdel, sobre cuyos restos el arquitecto Miguel de Soria construyó el templo, allá por 1611.
A lo largo de los siglos, la iglesia ha pasado por todo tipo de vicisitudes: desde el saqueo de las tropas napoleónicas hasta las desamortizaciones, el derribo del convento y sus claustros, la ocupación anarquista durante la Guerra Civil, y la ‘amputación’ de dos capillas laterales a los pies del la iglesia para colocar la portada de la iglesia de San Luis, que estaba en ruinas a causa del bombardeo.
Fruto de un convenio entre el Arzobispado y la Comunidad de Madrid, hace más de un año se iniciaron las obras de restauración, tras estudios previos en el edificio, que detectaron enormes grietas -que suman más de 200 metros en total– y generó riesgo de derrumbe en las bóvedas del transepto.
El proyecto también preveía colocar, bajo tierra, una instalación de hilo radiante para calentar el espacio. Pero cuando comenzaron los reconocimientos preliminares, se sorprendieron: debajo del terrazo había un pavimento original, de aproximadamente 1640, que resultó ser muy especial. Por su diseño, con diamantes rojos, una figura muy peculiar por la dificultad que implica trabajar con ella, y que, según los técnicos de Patrimonio Cultural, no tiene paralelo en España ni en Europa. Y también por sus dimensiones: está hecho en pies castellanos, una medida de longitud propia de la época y que luego se dejó de utilizar.
inspiración americana
De lo que han investigado deducen que podría tratarse de una obra inspirada en quien financió la construcción del crucero: el obispo de Popayán, un carmelita que fue enviado a Perú y Colombia y “allí podía ver motivos similares”, apunta. fuera Navarro Pallares, que añade: «Lo que vemos puede ser un trozo de Hispanoamérica en Madrid».
En la zona central se aprecia un cambio en el dibujo, añadido con posterioridad, hacia el siglo XVIII, que es un voladizo de la linterna del techo, ya medida en metros y construida en mármol. El resto del pavimento, a falta de confirmación por parte de los expertos, podría ser de piedra Calizas y pórfidos de Colmenar. Eso sí, el proyecto de colocar suelo radiante se ha descartado por completo. Ahora, el suelo quedará preservado y quedará a la vista después de recibir el tratamiento correspondiente.
“Esta restauración está dando muchas alegrías”, dijo el consejero De Paco, satisfecho con el fruto de la inversión pública realizada. Ahora, queda pendiente la finalización de la segunda fase de la obra, en noviembre, y posteriormente habrá que finalizar otras obras en la nave central.
Mientras tanto, el arquitecto, con la pasión de un joven y la experiencia y el residuo de sus 86 años, aprovecha la visita para lanzar un alegato a los políticos: recuerda que frente a la fachada de la iglesia “hay dos papeleras acumulado actualmente, un quiosco, dos papeleras, un aparcabicis…». el inmueble es Bien de Interés Cultural, y pide al medio ambiente la dignidad que se merece.