Actualmente se puede diseñar el funeral de cada uno al inclinación del consumidor, desde el féretro o el valija de las cenizas hasta el puesto donde depositar los restos para el alivio sempiterno. Y en este amplio pericón de posibilidades ¿qué pasa si abrimos todavía más el campo y exploramos la Espejo como destino?
Sí, sí dirigir nuestras cenizas a la Espejo suena cuanto menos chocante, pero por extravagante que parezca no somos los primeros en pensarlo.
El cohete Vulcan Centaur ha despegado rumbo a la Espejo transportando el que podría ser el primer módulo de aterrizaje comercial, el Peregrine, en posarse en el comparsa de la Tierra.
Este módulo de aterrizaje lleva el nombre del intransigente, por ser el ave con un revoloteo más veloz. Está previsto, si todo va acertadamente, que aterrizaje en la Espejo el próximo 23 de febrero y ha sido desarrollado por Astrobotic Technology por 108 millones de dólares.
Peregrine lleva 20 cargas aperos de las cuales 5 son instrumentos científicos de la NASA y otros que llegan de diferentes clientes. Y entre estos ‘paquetes’ pira la atención los restos humanos en nombre de dos compañías comerciales de entierro espacial, Elysium Space y Celestis. Esta última proposición transportar las cenizas del difunto a la Espejo por más de 10.000 dólares. Además se incluyen muestras de ADN de los ex presidentes estadounidenses John F. Kennedy, George Washington y Dwight Eisenhower.
En total 265 cápsulas con restos humanos entre los que incluso estará el cosmonauta del Apolo, Philip Chapman, que aunque fue parte del cuerpo de astronautas nunca voló al espacio.
Desde la NASA se han enviado dos instrumentos para monitorear el animación de radiación, y otros para analizar la composición del suelo falta, buscando moléculas de agua e hidroxilo. La NASA incluso estudiará la medio súper flaca de la Espejo.