El Tribunal Superior de Equidad de Cataluña (TSJC) ha citado, en el trámite de audiencia previa, al mentor de Lozanía, Manel Balcells, por activo llamado «farsante» y «estafador» a un curandero que recomienda gastar un derivado de la recuelo, el clorito de sodio, para tratar el autismo. Es Josep Pàmies, un payés de Lérida, amonestado en varias ocasiones por el Área, por el contenido de sus conferencias, en las que recomienda gastar productos que carecen de evidencia científica. De hecho, el pasado septiembre, la Consejería de Balcells prohibió una de sus charlas, donde iba a acometer la misma temática, a pesar de lo cual, el individuo la celebró. A la misma acudieron un centenar de personas.
Fue tras el anuncio de ese acto, cuando Balcells alertó que proponer prácticas como la del empleo de recuelo para tratar esa dolencia «ponen en peligro la vida y la sanidad de la clan», y calificó a Pàmies de «estafador». Por su parte, el hombre aseguró para tratar de defenderse que nunca había cobrado carencia a nadie sino que sólo recomienda el producto, y formalizó así la demanda por violación de su derecho al honor frente a el Contencioso Chupatintas. Tras ser admitida, el TSJC ha fijado la audiencia previa, ayer de la celebración del sensatez, este 18 de enero. Aniversario en la que la Sala Civil y Penal escuchará a las partes, con la intención de montar a un acuerdo o, en caso de que no sea posible, fijar la pinta verbal.
En caso de que ninguna de las partes comparezca, el tribunal archivará el caso. A pesar de esta citación, ambas partes aún tienen la posibilidad de alcanzar un acuerdo en mediación, según indica la resolución del TSJC, fechada el pasado 14 de diciembre.
Tras la prohibición de la conferencia, Pàmies criticó que ésta no podía impedirse sin una orden sumarial, y aseguró que asumiría las posibles sanciones por llevarla a punta. Un acto que además denunció frente a la Fiscalía el Colegio de Médicos. Cerca de memorar que en 2018, la Generalitat ya multó al ‘curandero’ con 600.000 euros, por promover el uso del mismo producto, el clorito de sodio. Una legitimación que se sumó a dos anteriores, igualmente, por difundir supuestas bondades de compuestos sin ninguna cojín científica.