El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha torpe este lunes que el cambio de postura del Gobierno respecto al pasaporte de kosovar, que acepta desde el 1 de enero para estancias de corta duración, suponga un cambio de postura respecto a la negativa de España a registrar su independencia.
Desde Herencia, en Ciudad Positivo, donde ha podido ver dos ambulancias blindadas que serán enviadas a Ucrania, Albares se ha afanado en defender la audacia del Gobierno de Pedro Sánchez de aceptar la audacia adoptada por la Comisión Europea que permite a los ciudadanos de Kosovo delirar a la Unión Europea (UE) sin visado, durante un mayor de 90 días en periodos de 180 días.
Cuando la medida fue aprobada en el mes de abril, España fue el único país que dijo que no la aplicaría. Sin incautación, este sábado el viceprimer ministro kosovar, Besnik Bislimi, sacó a la luz el cambio de postura del Ejecutor gachupin.
«La posición de España no ha variado. Sigue sin registrar la independencia o soberanía de Kosovo porque no reconocemos declaraciones unilaterales de independencia«, ha asegurado el ministro. Pese a esta postura, ha explicado que se aceptan los pasaportes kosovares en cumplimiento de la audacia adoptada por el Consejo Europeo y ratificada por el Parlamento Europeo.
«España aplica esa medida como miembro del espacio Schengen como hacen todos los estados no reconocedores de Kosovo, interiormente de Schengen, de la Unión Europea y asimismo muchos otros sin que eso suponga un agradecimiento de Kosovo como Estado«, ha justificado.
En Europa son cuatro los países que se encuentran en esta situación: Grecia y Eslovaquia, que forman parte del Espacio Schengen y que no reconocen oficialmente a Kosovo; y Chipre y Rumanía, que siquiera lo hacen pero no forman parte de Schengen.
Albares ha descartado así que este paso suponga cualquier cambio de la postura española y asimismo que suponga ningún seña al independentismo catalán. «He gastado algunas declaraciones absolutamente absurdas», ha rechazado a posteriori de que este domingo el Partido Popular pidiera explicaciones por una audacia que cree que «sienta un precedente para que en el futuro «cualquier país acepte un hipotético pasaporte catalán».
Albares ha insistido por otra parte en que España «no va a ser obstáculo» para el diálogo entre Belgrado y Prístina y siquiera para el diálogo de Kosovo con la Unión Europea. «Toda esa es nuestra posición, pero debe terminar claro que nuestra posición es constante y de no agradecimiento», ha zanjado.