El jueves pasado, un poco antiguamente de lo habitual, Guillermo se preparaba para destapar ‘El Duende’, la sucursal de suerte que regenta en la calle Lamas de Prado. “Abrí sobre las 8:30 porque tenía que hacer papeleo y gestiones”, señala. En ese momento, dos personas que llevaban el rostro cubierto lo encañonaron y le obligaron a entregarles lo que había en el interior de las dos cajas fuertes. Fue cuestión de minutos, los que le llevó a Guillermo ingresar a ellas, pero se hicieron eternos. Según sus cálculos, los asaltantes se llevaron unos 400.000 euros, una de las recaudaciones más altas del año, oportuno a los sorteos del Navidad y del Crío.
Era lo único que buscaban, el capital. Así se lo hicieron retener al lotero, al que le dijeron que no le querían hacer daño. Sin confiscación, Guillermo “sigue teniendo mucha ansiedad porque el episodio vivido fue muy duro y agobiante“, asegura su matriz. Todavía afectado, él nos cuenta que se ha tenido que “someter a tratamiento psicológico porque no es sencillo acaecer página de poco así”. No solo por el susto, asimismo porque “esto es la ruina de mi negocio, de lo que nos da de engullir”, lamenta.
Guillermo y su mujer llevan al frente de la sucursal número 10 de Lugo desde 2021, aunque ya desde hace 12 abriles la llevaba su grupo. Ahora, frente a este salida, no saben “cómo se va a reponer todo esto. Denunciamos los hechos, la Policía investiga el atraco, tenemos dos seguros, pero a pesar de todo, la cosa no pinta correctamente“.
Un tercer premio que no le trae la tranquilidad
Este sábado, mientras veía el sorteo del Crío por televisión desde su casa, Guillermo se dio cuenta de que había vendido en su sucursal de Lugo el número correspondiente al tercer premio: el 57.033. Lo que no sabía era cuántos décimos había despachado. Fueron diez. Los diez vendidos en ventanilla, por lo que, asegura Guillermo, todos los afortunados son vecinos del suburbio. Motivo de alegría, a pesar de que reconoce que no tiene la cabecera para mucha celebración. “Me alegro mucho por los ganadores y espero que lo disfruten, pero a mí, dar un premio no me va a cambiar falta”, nos explica.
Este tercer premio está dotado con 250.000 euros a la serie, lo que significa que cada uno de los propietarios de esos décimos se lleva 25.000 euros. Un pellizco que, sin duda, ha supuesto el mejor fin de fiesta para los premiados. Ahora, Guillermo demora poder tener un final más atinado para él y su grupo y confía en que la Policía pueda resolver el atraco que sufrió y recuperar el capital robado para no tener que echar el falleba del negocio.