Los agentes denuncian que los nuevos turnos impiden un control efectivo
Una nueva orden emitida por la Dirección General de la Guardia Civil ha mermado la capacidad de acción de los agentes que controlan las costas españolas y revela enclaves estratégicos que son utilizados por mafias del narcotráfico y redes de trata de personas para llegar a las costas de Andalucía, Ceuta y Melilla.
Según ha denunciado este martes la organización Independientes de la Guardia Civil (IGC), se está produciendo un aumento en la llegada de pequeñas embarcaciones. Y todos los colegios profesionales apuntan al ministerio que preside Fernando Grande-Marlaska. Prueba de ello es el descenso del Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR), señalan en el Sindicato de Guardias Civiles.
El pasado mes de mayo, una orden dictada por el Jefe General de División del Estado Mayor y trasladada al Mando de la Policía Marítima y de Fronteras alteró el equilibrio organizativo. En su resolución determinó que todo el personal de los distintos Servicios Marítimos Provinciales seguirá estando amparado por la Orden General 11/2014, sin aplicar las modificaciones introducidas por la Orden General 15/2022, de modo que si incluso alguna de las citadas unidades tuviera realizó servicios de 24 horas descontando, para efectos de tiempos de referencia, 15 horas, revisar el registro de dichos servicios, contabilizando todas las horas realizadas como servicio completado. Por otro lado, si algún Servicio Marítimo Provincial está denominando servicios de 12 horas, podrá seguir haciéndolo de conformidad con lo dispuesto en la Orden General 11/2014.
Esta modificación se produjo en paralelo a la dimisión del director general de la Guardia Civil, mercedes gonzálezpara sumarse a las listas del PSOE para el 23-J.
La nueva regulación emana un máximo de 12 horas diarias para la jornada laboral, salvo situaciones excepcionales. Tal y como denuncian fuentes del organismo, al ser 24 horas de servicio hay más personal disponible para cubrir todas las patrullas que con 12 horas. Y relatan: Tienen que estar operativas dos tripulaciones al día por cada barco que esté en servicio, lo cual es imposible. No se tiene en cuenta que pueda haber personal de baja o de vacaciones, por lo que en ocasiones las embarcaciones no cumplen con la tripulación mínima para poder salir. Esto está sucediendo a lo largo de toda la costa española y, como se puede comprobar en las grabaciones de vídeo, los traficantes aprovechan esta situación para cruzar sin ningún impedimento.
En los últimos días han llegado un gran número de pateras a las costas almerienses. Este lunes, por ejemplo, se detectaron cuatro nuevos desembarcos en las playas de Guainos, Lance y La Alcazaba. Esta realidad ya no sorprende a la población local residente en la zona, ya que se está convirtiendo en un espectáculo habitual en los últimos tiempos. Este problema aumenta en los meses de verano porque las mafias aprovechan el mejor tiempo para intensificar la introducción de pateras en nuestras costas.
Desde el Sindicato de Guardias Civiles se denuncia que los cuerpos policiales son incapaces de dar una respuesta eficaz a esta situación ya que los desembarcos se realizan a gran velocidad y, una vez que los inmigrantes ilegales llegan a tierra, no hay suficientes guardias. personal civil, lo que se suma a la falta de medios materiales para vigilar todo el litoral.
Los agentes de la SEMAR, dicen, se sienten abandonados a la hora de prestar el servicio para poder actuar contra las embarcaciones que a diario cruzan el Estrecho de Gibraltar con grandes cargamentos de droga o las lanchas rápidas que utilizan para transportar migrantes y que no dudar. en tirarlos al agua si los delincuentes se sienten perseguidos. Las organizaciones profesionales insisten en que las bandas sepan que nuestra actuación está limitada a turnos de 12 horas; hay más relevos y menos personal por turno. Una limitación de recursos que se reproduce con los compañeros de suelo. Cuando ven las balsas llenas de gente, preguntan: ‘¿Dónde está el barco?’. Habría que preguntarle al teniente general, concluyen desde el Sindicato de Guardias Civiles.
En 2022, según datos del Ministerio del Interior, llegaron a territorio nacional 1.704 barcos con inmigrantes irregulares. Pero los datos reales superan con creces los registros oficiales.