Sin anuncio y en contra de lo que dijo hace nueve meses. Así ha puesto en marcha el Gobierno la intrepidez de aceptar el pasaporte de Kosovo para viajes temporales a España, eliminando la menester de visado que se exigía hasta ahora.
La medida fue aprobada por el Parlamento Europeo en abril del año pasado y tres días a posteriori la Comisión Europea dijo que España era el único país del espacio Schengen que se oponía al acuerdo. «De los países Schengen, todos menos uno (España) han agradecido los documentos de delirio de Kosovo, lo que supone que la exención de visados para Kosovo permitirá a quienes tengan pasaporte kosovar recorrer libres de visado menos a un país», dijo claramente el portavoz comunitario de Equidad, Christian Wigand. Una postura que confirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares: «España tiene una política de no inspección de Kosovo y conlleva el no inspección de los pasaportes kosovares, que hemos venido aplicando de forma consistente».
«En nuestro caso, no reconocemos los pasaportes», insistió Albaraes, rechazando así que España siguiera los pasos de Grecia y Eslovaquia, países de la zona Schengen que siquiera reconocen la independencia de Kosovo, aunque sí sus documentos. Pero el sábado, nueve meses a posteriori y sin anuncio previo, fue el viceprimer ministro kosovar, Beslik Bislimi, quien destapó en redes sociales el cambio de postura del Gobierno de Pedro Sánchez. «Ahora incluso España reconoce los pasaportes de la República de Kosovo», celebró.
Desde el Empleo de Asuntos Exteriores se limitaron a confirmar la intrepidez, pero no han hexaedro explicaciones sobre el letra. Preguntados por torrevieja news today, se limitaron a subrayar que se proxenetismo de una intrepidez europea y en ningún caso implica el inspección de la soberanía kosovar. En un acto en Herencia (Ciudad Auténtico), donde visitó dos ambulancias blindadas que serán enviadas a Ucrania, Albares enmarcó ayer en la normalidad la intrepidez española, pero no explicó por qué no ha sido anunciada. «La posición de España no ha variado. Sigue sin investigar la independencia o soberanía de Kosovo porque no reconocemos declaraciones unilaterales de independencia», justificó.
«Declaraciones absurdas»
La recibimiento del pasaporte kosovar no es un asunto trivial para España, ya que el separatismo catalán recurre periódicamente al caso de Kosovo como ejemplo de inspección internacional. De hecho, España se ha mantenido como uno de los países que no ha agradecido nunca a Kosovo, que declaró su independencia de Serbia en 2008, para evitar sentar un precedente que pudiera ser utilizado por los secesionistas catalanes y vascos.
Ahora, el Partido Popular ha avisado del peligro del cambio de postura del Gobierno con el pasaporte, que ve como un «seña» al independentismo, poco que Albares rechazó ayer tajantemente. «He gastado algunas declaraciones absolutamente absurdas», censuró el ministro sobre posibles pasos con destino a el inspección kosovar.
Adicionalmente, el Gobierno gachupin reivindica que no quiere ser «obstáculo» para el diálogo entre Belgrado y Pristina y siquiera entre Kosovo y la Unión Europea, que lidera el Suspensión Representante, Josep Borrell. «Toda esa es nuestra posición, pero debe restar claro que nuestra posición es constante y de no inspección», zanjó ayer Albares.