El Auditoría Mercantil Número 1 de Valencia ha cancelado una deuda de 100.359 euros a un hombre generada tras divorciarse de su mujer, sin que la celebrada sentencia procesal supusiera perder la vivienda y el transporte que obran en su propiedad.
El desencadenante de las complicaciones llegó cuando se separó y, por ende, la centro de todas las deudas acumuladas durante el bodorrio recayó sobre sus espaldas. «Supuso para él un duro codazo y no lo supo dirigir de la mejor forma», relata su abogada Laura Muñoz, de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, a torrevieja news today.
Para evitar males mayores, solicitó nuevos créditos para acreditar los antiguos. No obstante, fue peor el remedio que la enfermedad ya que las deudas no dejaron de acumularse y, sumadas a otros gastos que le surgieron a posteriori de la separación como la pensión para la manutención y nutriente de sus hijos, la cantidad de peculio que tenía que abonar se volvió completamente inasumible.
Así, ya eran más de 100.000 euros los que debía, por lo que decidió acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, procedimiento que requiere acreditar la insolvencia del interesado, no acontecer sido exonerado en los últimos cinco abriles y carecer de delitos de orden socioeconómico.
Tras el estudio de su caso, los letrados aseguraron al interesado que terminarían con uno de los dos posibles fines del proceso. «Sólo existen dos objetivos en esta ley: conseguir una descuento de la deuda total con un plan de pagos asumible para el deudor o el perdón del 100% de las obligaciones», señalaron.
La primera acto realizada por los abogados fue avisar de la insolvencia del afectado a los Juzgados de Valencia. Con ello, el deudor obtendría el primer beneficio: no debe acreditar ausencia y suspender posibles embargos hasta el fin del proceso.
Posteriormente de este trámite, tras constatar la imposibilidad de arribar a un acuerdo con los acreedores, presentar demanda de concurso de acreedores y solicitar tal derecho. Los abogados lo hicieron efectivo en el Auditoría Mercantil Nº1 de Valencia, quedando resuelto este mes de noviembre, en tan solo cinco meses.
Posteriormente del procedimiento, adicionalmente de recuperar la estabilidad económica y olvidarse de las deudas, ha mantenido su vivienda habitual y su coche en propiedad. «El caso de este protagonista demuestra que estar en una cómoda situación económica no te salva de tener problemas financieros», argumenta la letrada Laura Muñoz.