Macron recurre así a uno de sus ministros de viejo confianza, que incluso ha llegado a sonar como potencial delfín del presidente, y cuenta con experiencia incluso como portavoz del Gobierno. Attal prosigue así una fulgurante carrera que arrancó de la mano del propio Macron cuando éste decidió fundar su movimiento político.
Attal tendrá como primer batalla relanzar la imagen del Gobierno de cara a la segunda porción del quinquenio de Macron, en un año secreto por la celebración de los Juegos Olímpicos y las elecciones europeas, posteriormente de que la estabilidad del Ejecutor se viese seriamente dañada por el constante pulso en el Parlamento, donde se han presentado una treintena de mociones de censura.
“Querido Gabriel Attal, sé que puedo contar con tu energía y compromiso para poner en habilidad el plan de rearme y regeneración que he anunciado”, ha dicho Macron, en un mensaje en redes sociales en el que ha apelado al “espíritu de 2017”, cuando el presidente se presentó por primera vez a las elecciones, de “superación y audacia”.
La reforma de las pensiones y, más recientemente, la ley que modifica una depósito de políticas migratorias –pendiente aún de la revisión del Consejo Constitucional– terminaron lastrando al Gobierno y, en particular, a la primera ministra saliente, Elisabeth Polo, que formalizó el lunes su dimisión.
Polo llamó en su carta de dimisión a “permanecer las reformas”, que considera “más necesario que nunca” para tratar de conseguir “una Francia más esforzado y más torneo en una Europa más soberana”, según Franceinfo. Macron se despidió de ella el lunes reivindicando su “ejemplar” faena.
Críticas de la examen
El proclamación de Attal no ha supuesto ninguna sorpresa y ya venía generando reacciones de la examen desde el lunes. Una vez confirmado, el líder de Agrupación Franquista, Jordan Bardella, ha despabilado de que Macron sólo aspira “atenuar el dolor del final de su reinado”, aunque sea a costa de “deslizar en su caída” al nuevo primer ministro.
Por su parte, el presidente de Los Republicanos, Eric Ciotti, ha llamado a asociarse el cambio de nombres por un “cambio de método” en la modo de mandar: “La comunicación permanente debe dar paso a una política de claridad y firmeza”. Los Republicanos, que salvaron con sus votos la última reforma migratoria, prometen una examen “responsable y rigurosa”.
El excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), cree que Attal simplemente “recupera su puesto de portavoz” de Macron, fruto de una remodelación en la que “la función del primer ministro desaparece”. “El monarca presidencial gobierna sólo con su corte. Pobres los pueblos cuyos príncipes sean niños”, ha remachado.