Los Mossos sospechan que el padre de Horta mató a sus hijos y se suicidó



El hombre de 53 primaveras que el lunes por la tarde apareció muerto pegado a sus hijos de siete y 10 en su firme alquilado de Horta, en Barcelona, preparó el crimen. Los resultados del laboratorio de las muestras recogidas durante la necropsia que se ha realizado esta mañana confirmarán si a los pequeños se les suministró alguna sustancia previa que garantizara un sueño profundo en el momento en el que los pequeños inhalaron monóxido de carbono. Antaño, se encargó de precintar todos los orificios de salida y entrada de viento, incluidas las rendijas de la ventanas, que precintó con cinta aislante. El primer resultado preliminar de la necropsia no concreta las causas de la crimen, a la aplazamiento de los resultados del investigación de tóxicos. Aún así, poco más debieron encontrar los Mossos d’Esquadra del camarilla de homicidios y de la policía científica que este mediodía ya contemplaban como principal hipótesis el crimen y descartaban el contratiempo doméstico. Un crimen que tiene un nombre: violencia vicaria, y que se tráfico de matar a tus hijos para infringir el veterano dolor posible a la matriz.

Este martes costaba encontrar entre los vecinos del número 47 del paseo de la Exposición de Horta alguna decorado entre el padre y sus hijos que  hiciera presagiar un crimen que investiga el camarilla de homicidios de los Mossos d’Esquadra. Solo Fina, la vecina de toda la vida del segundo, que durante treinta primaveras fue auxiliar de botiquín de la clínica psiquiátrica de la Mercè, a escasos metros, reprodujo un episodio que se ha quitado de la comienzo y el lunes le impidió echarse. “Hace unos meses, en verano, la matriz se fue llorando porque su hija no quería quedarse con su padre. La pupila decía que no y la matriz la convenció de que se tenía que salir, que al día futuro ya pasaría ella a recogerla”, recordaba la señora, llorando todavía porque le gustaba ver a los críos esparcirse con la pelota en el patio comunitario del edificio. “La pupila era preciosa, como mi nieta”, decía Fina.

La pupila lloraba porque no se quería salir con su padre”

Además se pronunció este martes la grupo del hombre y, hasta el momento, supuesto adverso de sus hijos. Una de las hermanas negó en sus redes sociales que el padre hubiera sido capaz de hacer daño a sus hijos. Es más, la mujer relataba como su hermano tuvo covid del que le quedó como secuela una pérdida de olfacción que le habría impedido descubrir cualquier anomalía en la vivienda.

El hombre alquiló el bajos de la vivienda poco antiguamente de la pandemia y en cuanto se separó. Era habitual verle esparcirse con sus hijos al balón en el patio comunitario. Una decorado que llamaba la atención a la veintena de familias del piedra, casi todos ya mayores de permanencia, y donde esos dos hermanos eran los únicos niños del edificio.

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