Un total de 6.618 personas migrantes, 18 personas al día, fallecieron en el año 2023 intentando aparecer a las costas españolas, la mayoría de ellas, 6.007, en la Ruta Canaria. La ruta marítima más mortífera del mundo ha experimentado un incremento del 177% con respecto al año pasado, cuando se registraron 2.390 muertes de tal forma que 2023 se convierte así en el año más mortífero desde que se tienen registros.
Así se desprende del mensaje ‘Monitoreo Derecho a la Vida 2023’, minucioso por la ordenamiento Ca-minando Fronteras, que analiza las diferentes rutas migratorias de la Frontera Occidental Euroafricana, frontera marítima y terrenal situada entre el Estado castellano y la franja costera del sur de Senegal hasta Argelia.
Desde el año 2007, el Colectivo Caminando Fronteras cuenta con una cadeneta telefónica de alertas, donde reciben informaciones y alertas de las personas que se encuentran en peligro en las fronteras. Toda esa información se recoge en el Observatorio de Derechos Humanos, creado en 2014. El mensaje refleja que, de las 6.618 personas migrantes fallecidas en 2023 en estas rutas, 363 eran mujeres y 384, niños y niñas. Encima, señala que un total de 84 embarcaciones han desaparecido con todas las personas a costado.
«A pesar de lo terrible de estas cifras, sabemos que son más», ha despabilado la coordinadora de la investigación, Helena Maleno ha lamentado que «2023 ha sido un año terrible, ha sido una holocausto en las fronteras del estado castellano», ha insistido.
Encima, ha achacado este incremento de la mortalidad a las políticas de control migratorio en las que «se prioriza el control de fronteras» sobre «el derecho a la vida» y al hecho de que «se ha establecido la omisión del deber de socorro como una praxis».
En concreto, Maleno ha denunciado que «no se activan los medios de búsqueda y rescate» o se hace «demasiado tarde». «Cuando hemos reportado las cifras de Gambia, hablamos de cayucos de 300 personas, es como si fuese un percance de avión. No se hace el eficaz que se haría si fuese un crucero. Es terrible», ha manifestado Maleno. Según señala la ordenamiento, durante el zaguero año se ha activado «la ruta más larga y peligrosa», la que lleva a las embarcaciones a la isla de El Hierro, por el aumento de controles a lo espléndido de las costas de Senegal y de Mauritania. Al más imperceptible parecer de motor o de pérdida de rumbo las embarcaciones terminan en lo más profundo del océano Atlántico, advierte.
En este sentido, Maleno ha señalado que han asistido a «situaciones terribles» de naufragios en los que «se han descuidado» los cuerpos y igualmente ha denunciado la «criminalización» del trabajo de las organizaciones sociales cuando alertan de que hay alguna embarcación en aventura.
En cuanto a los responsables de esta situación, Maleno señala no solo al Tarea del Interior sino igualmente al de Transportes, ya que «Rescate Náutico tiene la obligación de proteger las vidas en el mar», Exteriores y Neutralidad, porque hay que «flanquear a las familias de las víctimas y hay muchas personas en las morgues sin ser identificadas».
Preguntada por el Pacto Europeo de Migración y Orfanato, la coordinadora de Caminando Fronteras ha lamentado que «está provocando un aumento de las víctimas» y ha añadido que, respecto a la acogida, es «una paranoia». «Este sueño de Europa de tener grandes centros donde confinar a la familia para que desde allí pidan orfanato o el remunerar como si las personas se pudieran comprar y entregar. Es un mercado», ha exclamado.