El trámite jurídico, que ha arrancado en la Audiencia Provincial de Valencia, solicita la máxima pena para el dañino de su hijo que pretendía “causar dolor a la hermana” el pasado mes de abril de 2022.
La inculpación particular insta por otra parte, a que se le prohíba pisar la población de Cullera y establecer cualquier tipo de contacto con su expareja durante, al menos, 35 abriles. Además reclama una indemnización que asciende al millón de euros.
La exposición del imputado
Jose Antonio ha comenzado su exposición exponiendo que la “relación con mi hijo era muy buena. Nunca había tenido ningún choque con él”.
“Discutimos porque él quería irse con su hermana. No estaba a complacencia. No quería estar conmigo. Me dijo que yo no era su padre y ahí nos agarramos. Le cogí del cuello y le clavé un cuchillo varias veces. Rememoración que sonó el teléfono y que Jordi lo cogió y dijo ‘mamá‘. Si María Dolores no hubiera seguido delante con el divorcio no hubiera matado a mi hijo”, ha finalizado en su confesión más desgarradora.
Una asesinato “exageradamente cruel”
El padre propinó más de vigésimo puñaladas al pequeño, en gran parte en la región previo del cuello, pero asimismo en mandíbula, clavícula y tórax.
Esta colosal embestida acabó con sus líneas vasculares vitales y terminaron en una asesinato “exageradamente cruel” por desangramiento.
La abogada de la mujer deje de “una situación de constante control, limitando sus relaciones con amigos y familiares” durante su convivencia en pareja, pegado a agresiones e insultos.
Añade que llevaba a límite “todo lo que él quería para no discutir, incluso salía de casa con su hijo a pasear tras una discusión, pero a partir de la pandemia las cosas fueron empeorando“.
El imputado se ha defendido explicando que la “relación era buena hasta 2021. Ella me dijo que se había enamorado de otro hombre y discutimos pero no la agarré del cuello“.