una vida «marcada por los golpes»


Esta mañana su vida se extinguió a sus 36 años a manos de su pareja. Así confesó en una llamada a la Policía en la que narró que la había matado en su casa de Béjar (Salamanca), con violencia, la misma que había abollado su cuerpo durante años bajo el “terror a los golpes”.

Rosario no había presentado ninguna denuncia contra su presunto verdugo pero hay antecedentes contra parejas anteriores a lo largo de todo una “vida marcada por la violencia”, afirmó este miércoles la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones. Él, detenido tras amenazar con tirarse de un puente de la A-66 tras el presunto delito, tenía denuncias en su contra por violencia doméstica contra su padre y su hermano, que datan de 2005.

A pie de calle, junto a la casa sellada de bejar En el que falleció esta mañana, su familia denuncia hoy cómo “ella había empezado a trabajar en un bar y él decía que se acostaba con los camareros y con los clientes” y señalan que estaba “muy celoso”.

Anoche, según relato de los familiares, Rosario había tomado la determinación de romper su relación. y había sacado las llaves de la vivienda que compartía con su pareja, la letra ‘C’ del primer piso, ahora precintada por la Policía Nacional, en un modesto bloque de cuatro plantas a las afueras de Béjar. Presuntamente, una fuerte discusión entre ambos derivó en un fuerte golpe en la cabeza que acabó con su vida, según las primeras informaciones difundidas por fuentes oficiales, informa Ical.

Rosario es la tercera víctima de violencia de género en Castilla y León en este 2023. Su nombre está grabado con sangre junto al de Encarnación -mujer de 81 años presuntamente asesinada por su marido en Ávila- y Paloma -a quien su novio presuntamente mató junto a su hija india de 8 años. años en Valladolid-.

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