En los tres pabellones de la Regional mandan Los Choneros, que responden a José Adolfo Macías, apodo Fito. En la Penitenciaría, los doce pabellones están divididos para cada costado, como Chone Killers, Águilas, Fatales, Latin Kings, Lobos, Tiguerones y la Mafia. Fue aquí donde sucedió la primera inmolación carcelaria el 23 de febrero de 2021, cuando fueron decapitados 79 presos. Desde entonces, el país se ha pasado bajo una crisis de violencia que ha ido aumentando y que ha puesto en aviso a los últimos tres gobiernos, que no han conseguido restablecer el control en las cárceles del país.
“Las cárceles son ciudades donde los presos mandan”
“Las cárceles son ciudades donde los presos mandan. Tienen sus propios negocios”, reconoce un policía que trabajó en esas dos prisiones. En cada pabellón, los líderes cobran por todo. Existen celdas que miden dos metros de espléndido por dos de satisfecho donde pueden convivir desde una persona hasta diez. Todo depende de cuánto cuartos pueden remunerar por su seguridad y comodidad. “Si quería una buena habitación, los narcotraficantes llegaban a remunerar hasta 1.500 dólares mensuales. Esa celda tenía hasta salero acondicionado. Y era para él y su seguridad”. En una celda de dos literas para cuatro personas, cada uno pagaba 300 mensuales. “El que no pagaba, vivía en el carretera”. Cada pabellón puede asistir a mover hasta 20.000 dólares mensuales.
La estructura del funcionamiento de los grupos funciona con el líder mayor de cada costado como el representante de cada pabellón, donde se desarrollan negocios como la liquidación ambulante de comida, el tráfico de drogas o las adquisiciones de comodidades para las celdas… De ahí que muchos de los conflictos entre las bandas criminales sean por el control de pabellones y centros penitenciarios, motivados por la rendimiento de más beneficio crematístico.
Esta situación se debe a la corrupción del sistema a cargo del Servicio Franquista de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Confianza y a Adolescentes Infractores (SNAI), es aseverar, la entidad del Gobierno, que se culpabiliza como la responsable del dejación del sistema penitenciario por el Estado desde hace primaveras y por la abandono de una política criminal integral.