La situación se pone tensa cuando la cajera, visiblemente nerviosa, intenta entender lo que está pasando. “¿Por qué?”, pregunta ella, tratando de entretener al hombre. Sin confiscación, las amenazas persisten y el individuo levanta el cuchillo, aumentando la tensión en el animación: “Ábrela o te lo suelto de primera”.
El hombre levanta el cuchillo en frente de la cajera
En medio del caos, una mujer en el interior de la tienda intenta abjurar el puesto y la cajera, intentando solucionar la situación, le pide al asaltante que la deje salir. El hombre permite a la mujer abjurar la suceso, pero sigue irresoluto de que la cajera caleta la caja.
La dependienta, consciente de la carencia de nutrir la calma, pasión a un compañero mientras el atracador se impacienta. Las voces se elevan, las amenazas persisten y, finalmente, la cajera cede a la presión y le entrega un manojo de billetes al hombre, que le grita: “Todo, todo, ¡venga!”.
El atracador recoge parte del efectivo, dejando caer algunos billetes en la rampa de la caja. Y antaño de irse, le dice a la cajera: “Quédate eso para ti, hay mucha deseo“.
El hombre se retira de la tienda mientras la cajera, luego de sufrir el impacto emocional, toma la valentía de informar de inmediato lo ocurrido por teléfono.