En presencia de este nuevo círculo, el agrupación de gobierno recinto estudia nuevas alternativas que puedan revitalizar el espacio, en relación con el uso llamativo del inmueble, construido en el año 1931. “O ideal sería vinculalo á restauración”, reconocía el corregidor, siguiendo el ejemplo llevado a angla en otros espacios comerciales similares.
Hace más de una término que el mercado celanovés venía sufriendo una error de placeros que quisieran desempeñar allí su actividad, a pesar del bajo coste de la concesión -con una media mensual de 45 euros-, así como las importantes reformas llevadas a angla en el edificio. Una concierto desarrollada entre los primaveras 2013 y 2015 y que superó los 300.000 euros de inversión para adecuar tanto los puestos de la planta principal, como la cubierta, pasando por el sótano donde están los servicios y la zona de almacén, así como la reconversión de los puestos de la primera planta en un espacio diáfano y accesible con elevador, capacitado inicialmente como restaurante para la degustación de productos locales.
Restringido de examen
La explotación del servicio de restauración nunca salió a concesión. En los últimos primaveras, el espacio de la primera planta ha sido círculo de talleres, degustaciones de productos, charlas, espectáculos y, en la hogaño, se utiliza provisionalmente como recinto de examen para grupos y colectivos locales.