Querrían sacar algún beneficio deportivo


El sumario del caso Negreira, alq ue ha tenido acercamiento la agencia EFE, recoge los interrogatorios a 21 colegiados y excolegidos españoles en relación a los pagos que el Barcelona realizó a José María Enriquez Negreira, vicepresidente del CTA entre 2001 y 2018. En esas declaraciones delante la Protección Civil algunos de los árbitros y exárbitros coinciden en señalar que el objetivo que buscaba el club azulgrana con dichos pagos a Negreira era obtener beneficios deportivos, aunque todos aseguran que ni el exvicepresidente del CTA ni su hijo (Javier Enriquez Romero) lograron influir en los arbitrajes.

En concreto, destaca la enunciación del excolegiado José Luis González González, quien preguntado sobre los motivos por los que el Barça contrató a los Negreira aseguró que creía que “querrían sacar algún beneficio deportivo”.

El exárbitro castellanoleonés y actualmente árbitro de VAR, nacido en Ponferrada el 6 de septiembre de 1974, opina Negreira les haría entender a los directivos del Barça “que tenían algún poder sobre los árbitros”, si acertadamente, en pulvínulo a su experiencia profesional y su conocimiento del funcionamiento del CTA, sostiene que esas contrataciones no pudieron influir en la competición.

Es más, el excolegiado de 49 abriles asegura que el caso Negreira no solo “no influyó en ningún árbitro”, sino que su opinión es que Enríquez Negreira “se puso de acuerdo con directivos o miembros del FC Barcelona para beneficiarse de un título particular con esos pagos, repartidos entre ellos”.

Por su parte, el exárbitro Antonio Miguel Mateu Lahoz declaró “inasequible”, tal y como él entiende el mundo del fútbol, ​​que los pagos del Barça a Negreira podrían influir en la “competición o en la proyección”. de árbitros”. Mateu Lahoz opina que el hecho del que el Barcelona pagará a Enrìquez Negreira por informes arbitrales “no tiene sentido”.

Por otra parte, el excolegiado valenciano, natural de Algimia de Alfara, detalló en su enunciación delante la Protección Civil que compañeros suyos han ido a cenar al restaurante que regenta la pareja de Enríquez Negreira y que en una o dos ocasiones lo llevó en coche el hijo del exvicepresidente del CTA, al que conoció porque la ejercía de ‘coach’ en concentraciones de árbitros.

Mateu Lahoz asimismo indicó que el sistema de clasificación de los árbitros en el CTA “no es transparente, meritocrático ni empírico, ya que no se basamento en criterios tangibles”.

Para Eduardo Iturralde González, árbitro de Primera División entre 1995 y 2012, “no se sustenta” que los pagos del Barcelona a Negreira fueran “para asegurar la neutralidad arbitral”. En su opinión, “los pagos (del Barcelona) a Negreira han sido utilizados para enriquecer a directivos del Barcelona”, ya que entiende que con ese billete “algún directivo del club se ha enriquecido a través de una ejecución fundamentada en informes arbitrales que no tienen casi nada valía”.

Iturralde González apunta, pese a esa creencia que si los pagos del Barcelona a Negreira “se fueron autorizando por distintas personas en distintos momentos del tiempo, sí que podría existir la intencionalidad de influir en los árbitros”.

Según figura en el sumario del caso Negreira, los colegiados discrepan sobre los motivos por los que creen que el Barça pagó 7,3 millones de euros al exvicepresidente del CTA. Algunos sostienen que buscaban un beneficio deportivo, otros que fueron engañados por los Negreira y algunos que era una trama para obtener rendimiento personal, pero todos coinciden en afirmar que esos pagos no tuvieron influencia en los los arbitrajes.

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