Y por eso, varias comunidades han mostrado un evidente malestar al enterarse que Pedro Sánchez ha pactado con Puigdemont delegar las competencias de inmigración a Cataluña. El Gobierno no ha explicado todavía en qué consiste esa cesión. Dice lo que no es. Pero no dice lo que es, mientras el partido de Puigdemont tiene la intención de atreverse qué inmigrantes pueden estar en Cataluña y cuáles no.
Algunos dirigentes de otros partidos consideran que esa es una postura xenófoba. Y así, llegamos al final de la semana en la que hemos asistido al primer episodio de serias dificultades de Pedro Sánchez para regir.
Su dependencia de Puigdemont y de los cinco diputados de Podemos ha llevado al presidente al periferia en la primera votación importante en el Congreso. Y eso plantea la duda de si Moncloa pondrá algún periferia en las cesiones a Puigdemont.